En 1462, Vlad el Empalador regresa de una victoria en su campaña contra el Imperio Otomano para descubrir que su esposa Elisabeta se ha suicidado después de que sus enemigos informaran falsamente de su muerte. El sacerdote le dice que el alma de su esposa está condenada al infierno por haberse suicidado. Enfurecido, Vlad profana la capilla y renuncia a Dios, declarando que se levantará de la tumba para vengar a Elisabeta con todos los poderes de la oscuridad. A continuación, apuñala la cruz de piedra de la capilla con su espada y bebe la sangre que brota de ella, condenando su alma y convirtiéndose en vampiro.

En 1897, el abogado Jonathan Harker toma como cliente al conde Drácula de Transilvania de su colega Renfield, que ha enloquecido y está internado en el manicomio del doctor Jack Seward. Jonathan viaja a Transilvania para organizar las adquisiciones inmobiliarias de Drácula en Londres. Jonathan se encuentra con Drácula que encuentra una foto de su prometida Mina Murray y cree que es la reencarnación de Elisabeta. Drácula deja a Jonathan para que se alimente de sus novias, mientras se embarca hacia Inglaterra con cajas de tierra de Transilvania, fijando su residencia en la Abadía de Carfax, con los desvaríos de Renfield presagiando su llegada.

En Londres, Drácula emerge durante una feroz tormenta y seduce hipnóticamente, y luego muerde a Lucy Westenra, con quien Mina se queda mientras Jonathan está en Transilvania. El deterioro de la salud de Lucy y sus cambios de comportamiento hacen que sus antiguos pretendientes, Quincey Morris y el Dr. Seward, junto con su prometido Arthur Holmwood, convoquen al Dr. Abraham Van Helsing, profesor y mentor de Seward, quien reconoce a Lucy como víctima de un vampiro. Drácula, que aparece joven y apuesto a la luz del día, conoce y encanta a Mina. Mina comienza a desarrollar sentimientos por Drácula, acompañándolo en varias salidas. Cuando Mina recibe finalmente noticias de Jonathan -que ha escapado del castillo y se ha recuperado en un convento-, viaja a Rumanía para casarse con él. Al enterarse, un Drácula desconsolado transforma a Lucy en un vampiro. Van Helsing, Holmwood, Seward y Morris matan y decapitan a la no-muerta Lucy la noche siguiente.

Después de que él y Mina regresen a Londres, Jonathan y Van Helsing conducen a los demás a la Abadía de Carfax, donde destruyen las cajas de tierra del Conde. Drácula entra en el manicomio y mata a Renfield por advertir a Mina de su presencia. Visita a Mina, que se aloja en los aposentos de Seward, y le confiesa que asesinó a Lucy y que ha estado aterrorizando a los amigos de Mina. Aunque furiosa al principio, Mina admite que aún le ama y recuerda la vida anterior de Elisabeta; ante su insistencia, Drácula comienza a transformarla en vampiro. Los cazadores irrumpen en el dormitorio y Drácula reclama a Mina como su novia antes de escapar. Mientras Mina se transforma, Van Helsing la hipnotiza y se entera, a través de su conexión con Drácula, de que éste está navegando hacia su casa en su última caja. Los cazadores parten hacia Varna para interceptarlo, pero Drácula lee la mente de Mina y los evade. Los cazadores se dividen; Van Helsing y Mina viajan al paso de Borgo y al castillo, mientras los demás intentan detener a los gitanos que transportan a Drácula.

Por la noche, Van Helsing y Mina son abordados por las novias de Drácula. Mina sucumbe a sus cánticos e intenta seducir a Van Helsing. Antes de que Mina pueda alimentarse de su sangre, Van Helsing le coloca una oblea de comunión en la frente, dejándole una marca. Los rodea con un anillo de fuego para protegerlos de las novias y los mata a la mañana siguiente. El carruaje de Drácula llega al castillo, perseguido por los cazadores. Se produce una pelea entre los cazadores y los gitanos. Morris es apuñalado por la espalda y Drácula sale de su ataúd al atardecer. Jonathan le corta el cuello con un cuchillo kukri mientras Morris le apuñala en el corazón. Mientras Drácula se tambalea, Mina acude en su defensa. Van Helsing y Jonathan le permiten retirarse con el Conde. Morris muere a causa de su herida, rodeado por sus amigos.

En la capilla donde renunció a Dios, Drácula yace moribundo en una antigua forma demoníaca; él y Mina comparten un beso mientras las velas que adornan la capilla se encienden y la cruz se repara. Drácula vuelve a ser el mismo de siempre y le pide a Mina que le dé la paz. Mina le clava el cuchillo en el corazón y, al morir, la marca en su frente desaparece. Luego lo decapita y contempla un fresco de Vlad y Elisabeta, finalmente reunidos y ascendiendo juntos al cielo.