Yūsuke Kafuku es un actor de teatro casado con Oto, un guionista de cine al que le gusta elaborar historias durante el sexo. Anteriormente perdieron una hija de cuatro años por una neumonía y Yūsuke también es testigo de que Oto tiene una aventura con un joven. Un día Yūsuke llega a casa y encuentra a Oto desplomado en el suelo, muerto por una hemorragia cerebral. Yūsuke Kafuku ve a Kōji Takatsuki en su funeral, y adivina que el joven actor era el amante de su mujer. Dos años después, Kafuku acepta una residencia de dos meses en un programa de teatro en Hiroshima, donde dirigirá una adaptación multilingüe de la obra de Chéjov Tío Vania. La compañía de teatro exige que le acompañe un chófer, Misaki Watari, de 23 años; él se opone al principio, posesivo de su coche rojo brillante, pero cede después de que una prueba de conducción revele que Watari es una conductora experta. Kafuku hace pruebas a muchos actores para la obra en varios idiomas (por ejemplo, la mujer que interpreta a Sonya es muda, por lo que sólo puede utilizar el lenguaje de signos) y elige a Takatsuki para el papel principal a pesar de su corta edad.

Los primeros ensayos son incómodos debido a las dificultades lingüísticas, y cuando se le pide una dirección específica sobre las escenas, Kafuku sólo dice a sus actores que se ciñan al texto. Takatsuki le pide a Kafuku que se reúna con él después de las horas de trabajo para hablar, pero Kafuku se muestra reacio a hablar en profundidad con él. El comportamiento errático de Takatsuki preocupa a Kafuku, ya que es testigo de cómo el joven agrede a alguien por hacerle fotos. Durante un viaje nocturno en coche con Takatsuki, Kafuku le revela que sabía de las aventuras de su mujer, pero que no dijo nada porque tenía miedo de perderla. Takatsuki expresa su admiración por su forma de escribir y comparte una historia que le contó y de la que Kafuku nunca había oído el final. Tiempo después, la policía llega a un ensayo y detiene a Takatsuki por matar a otro hombre que le estaba haciendo fotos. Los programadores del teatro presionan a Kafuku para que se meta en el papel de Vania.

Kafuku le pide a Watari que le lleve al lugar donde murió su familia. Tras un agotador viaje, cuando llegan a las ruinas derrumbadas de la casa de su infancia, Watari le revela que su madre la maltrataba emocional y físicamente, y que tuvo la oportunidad de salvarla de los escombros pero decidió no hacerlo, lo que lamenta intensamente. Kafuku también expresa su profundo dolor por no haber regresado antes a casa la noche en que murió su esposa. Se consuelan mutuamente, y Kafuku dice que tienen que seguir viviendo. Luego regresan a Hiroshima, donde Kafuku asume el papel de Vanya y ofrece una apasionada actuación ante un público en directo. Como coda, Watari compra alimentos en un supermercado de Corea del Sur. Regresa al aparcamiento y se sube a un coche de color rojo brillante, donde un perro la espera en el asiento trasero.