Final de Edicto Siglo XXI: Prohibido tener hijos
(1972)
Final de Edicto Siglo XXI: Prohibido tener hijos (1972)
Título original: Z.P.G.
Sinopsis
En el siglo XXI hay un exceso de población que obliga a los gobiernos mundiales a promulgar un edicto en el cual se prohíbe la concepción de hijos durante los próximos 30 años, y así evitar la destrucción del planeta Tierra. Una pareja decide de manera clandestina concebir un hijo desafiando a la ley y, en consecuencia, poniendo sus vidas en peligro...
Michael Campus
Director
Max Ehrlich
Escritor
Jonathan Hodge
Compositor
Michael Reed
Fotógrafo
Tom Madigan
Productor
Reparto principal

Oliver Reed

Geraldine Chaplin

Don Gordon

Diane Cilento

David Markham

Bill Nagy
Como acaba Edicto Siglo XXI: Prohibido tener hijos
Ambientada en el futuro, la Tierra está gravemente contaminada (la gente tiene que llevar máscaras para respirar cuando sale al exterior) y la superpoblación afecta a los recursos disponibles. Debido a la espesa niebla tóxica permanente que se ha instalado sobre las lúgubres ciudades que ahora cubren toda la superficie de la Tierra, todos los animales -incluso las mascotas domésticas comunes- se han extinguido; la gente come pasta insípida de colores brillantes en envases de plástico. Para reducir la población mundial, el gobierno del mundo decreta que no pueden nacer niños durante los próximos 30 años. El incumplimiento de esta ley conlleva la pena de muerte tanto para los padres como para el recién nacido. Para acabar con el anhelo de tener hijos se recurre al lavado de cerebro y a los sustitutos robóticos, con la pena de muerte como última medida disuasoria, al ser colocados bajo una cúpula de plástico y asfixiados hasta la muerte. Las parejas en edad fértil visitan "Babyland" y reciben en su lugar niños animatrónicos de tamaño natural.
Russ (Oliver Reed) y Carol McNeil (Geraldine Chaplin) trabajan en un museo que recrea la vida en el siglo XX. Carol está desesperada por tener un hijo y, cuando concibe, evita la máquina de abortar instalada en su cuarto de baño para quedarse embarazada. Tras el nacimiento del niño, la pareja debe proteger al bebé para que no sea descubierto. Una vez que Carol decide saltarse la ley y tener un bebé, no sólo deben evitar las miradas indiscretas del gobierno, que parece un Gran Hermano, sino también los crecientes celos de sus propios amigos. Los vecinos que encuentren a una pareja con un hijo real saldrán a la calle gritando "bebé, bebé", hasta que las autoridades aparezcan.
Cuando los vecinos George (Don Gordon) y Edna Borden (Diane Cilento) se enteran de la existencia del bebé, su oferta inicial de ayudar a ocultarlo conduce rápidamente a los problemas. Los celos y la envidia surgen cuando los Borden quieren compartir al bebé como si fuera un coche nuevo. Los McNeil y los Borden empiezan a pelearse por el bebé y los Borden intentan quedarse con él. Finalmente, los McNeil son capturados y colocados bajo una de las cúpulas de ejecución del estado, pero la pareja, junto con el bebé, consigue escapar cavando bajo tierra, abriéndose paso a través de túneles oscuros en una balsa hasta llegar a una isla remota donde no hay contaminación visible. Sin embargo, es posible que toda la isla siga en estado radiactivo, ya que se utilizó para enterrar viejos misiles nucleares en 1978.