Erica Taylor (Rooney Mara) había estado fingiendo su depresión. El asesinato de su marido, Martin (Channing Tatum) fue premeditado.

El Dr. Jonathan Banks (Jude Law) se da cuenta de que ha sido una farsa hecha por Erica y la Dra. Victoria Siebert (Catherine Zeta-Jones).

Banks usa la amenaza de la medicación para que Erica admita que estaba enfadada porque Martin fue detenido por usar información privilegiada y les costó su nivel de vida.

Erica luego sedujo a Siebert y ellas crearon un plan donde Erica asesinaría a Martin con el pretexto de estar medicada con Ablixa, mientras que Siebert vendería acciones a corto plazo para hacerse ricas.

Erica obliga a Banks a que la saquen del hospital, y se va con Siebert.

Banks le dice que, como su médico, tiene autoridad para que ella vuelva a ser internada en un centro psiquiátrico. Erica se vuelve loca y monta una escena, es abofeteada por la madre de Martin (quien, al enterarse de Siebert, sabe lo que realmente le pasó a su hijo).

La película termina cuando Banks se reconcilia con su familia. Erica está nuevamente internada en un hospital, y la última vez se le ve barajando cartas como una zombie, le dice a una persona que se está sintiendo: "Mejor, mucho mejor".

Está implícito que Banks utilizará su criterio como médico para mantenerla internada de por vida, de modo que pagará por lo que ha hecho de otra manera.