Koba roba armas del campamento humano y dispara a César, pero le dice a los simios que los humanos lo hicieron para unirlos contra los humanos y encarcelarlos en San Francisco.

César no está muerto, y es cuidado por Ellie y Malcolm. Su hijo Blue Eyes le cuenta todo lo que ha ocurrido y se disculpa por seguir a Koba y no a su padre. César admite que los simios tienen más en común con los humanos de lo que creen.

César libera a sus leales simios del autobús de la prisión de Koba y se enfrenta a Koba en lo alto de una torre. Los dos se pelean mientras Malcolm se enfrenta a Dreyfus en la parte inferior de la torre. Dreyfus vuela la torre usando varios bloques de C-4 después de decirle a Malcolm que pudieron establecer comunicación con una base militar no muy lejos de San Francisco.

En la cima, César gana y le dice a Koba que no es un simio antes de dejarlo caer por la torre.

Malcolm le dice a César que los militares están llegando y que los simios tendrán que encontrar un nuevo hogar. Todos los simios se inclinan ante César, que ahora debe guiarlos en una guerra.