En el transcurso de dos años, Keith Jesperson (David Arquette), un conductor de camiones de larga distancia, mata al menos a ocho mujeres, tras su fracaso matrimonial y una lesión que le impide ingresar en la Real Policía Montada de Canadá. Conoce a su primera víctima en un bar de Portland, Oregón, y la mata tras una discusión en su casa alquilada.

Cuando Delores Parnicke confiesa falsamente haber cometido el asesinato con su novio, Jesperson envía inquietantes cartas a la prensa e incluso escribe confesiones en la pared de un área de descanso de la autopista y en los vertederos de cadáveres. Firma sus notas con una cara sonriente, lo que le hace ganarse el apodo de "asesino de la cara feliz", mientras reanuda su ola de asesinatos.

La agente del FBI Melinda Gand (Gloria Reuben) y el sheriff del condado de Ruskin (Daryl Shuttleworth) siguen la pista de Jesperson, con poca ayuda del fiscal del distrito después de que Parnicke confiese el primer asesinato. No es hasta que una joven madre se presenta para decir que Jesperson la asaltó, y su nueva novia Diane Loftin (Stefanie von Pfetten) desaparece, que finalmente puede ser detenido.