Inmediatamente después de la muerte de Walter White y de su escape del cautiverio neonazi, Jesse Pinkman se convierte en fugitivo por su relación con Walt y los nazis.

Después de obtener la ayuda de sus amigos Badger y Skinny Pete, Jesse huye para evitar a las autoridades y escapar a Alaska para comenzar una nueva vida.

Jesse va al apartamento de uno de sus antiguos captores, Todd, para encontrar el dinero escondido. Dos socios de los nazis, Neil y Casey, vienen y también buscan el dinero.

Al no ver otra salida, Jesse les muestra dónde está el dinero para que puedan dividirlo. Jesse luego va con Ed Galbraith, a quien originalmente había tratado de alejarlo de Albuquerque para dejar el negocio de la metanfetamina. Jesse tiene poco dinero para pagar por sus servicios, por lo que cree que debe obtener el resto de Neil y Casey.

Después de colarse en la casa de sus padres para coger dos armas, Jesse localiza el taller de soldadura donde trabajan Neil y Casey. Pide el dinero, pero Neil lo reta a un duelo cuando ve el arma de Jesse.

Jesse logra matar a Neil y Casey antes de llevarse el dinero y luego volar por los aires la tienda para cubrir sus huellas.

Jesse le lleva el dinero a Ed, quien lo ayuda a llegar a Alaska, donde finalmente puede comenzar de nuevo.