Final de El espinazo del diablo

(2001)
Final de El espinazo del diablo
"¿Qué es un fantasma?"

Título original: El espinazo del diablo

20/04/2001 (ES)Fantasía, Drama, Terror, Suspense108 min
Para mayores de 12 años
Dónde ver la película El espinazo del diablo online

Sinopsis

España, 1939. En los últimos días de la guerra civil española, el joven Carlos llega al orfanato de Santa Lucía, donde hará amigos y enemigos mientras sigue los quedos pasos de una misteriosa presencia ávida de venganza…

Guillermo del Toro

Director

Javier Navarrete

Compositor

Guillermo Navarro

Fotógrafo

Agustín Almodóvar

Productor

Reparto principal

Marisa Paredes

Marisa Paredes

Eduardo Noriega

Eduardo Noriega

Federico Luppi

Federico Luppi

Fernando Tielve

Fernando Tielve

Íñigo Garcés

Íñigo Garcés

Irene Visedo

Irene Visedo

Como acaba El espinazo del diablo

Casares y su esposa Carmen dirigen un pequeño hogar para huérfanos en una zona remota de España durante la Guerra Civil. Ayudan a la pareja con el orfanato Jacinto, el jardinero, y su prometida Conchita, una maestra. Casares y Carmen apoyan a los leales a la República, y esconden un gran alijo de oro que se utiliza para respaldar el tesoro republicano; el orfanato también ha sido objeto de ataques por parte de las tropas de Francisco Franco, y una bomba inerte se encuentra en el patio.

Un día, un huérfano llamado Carlos llega con Ayala y Domínguez, dos leales, que explican que el padre de Carlos murió durante la guerra. Casares y Carmen lo acogen, y pronto entabla amistad con Jaime, el matón del orfanato, así como con Gálvez y Búho. Sin embargo, Carlos pronto empieza a tener visiones de un ente misterioso, y escucha historias sobre un niño llamado Santi que desapareció el día que se lanzó la bomba en el patio. En su primera noche en el orfanato, Carlos es retado por Jaime a escabullirse a la cocina por agua, quien a su vez es retado por Carlos a acompañarlo. Los chicos llegan a la cocina, pero Jaime se escabulle hacia el dormitorio, dejando a Carlos solo. Carlos escucha un susurro de una fuente desconocida, que le dice que "muchos de vosotros moriréis". Asustado, Carlos sale corriendo, pero es atrapado por Jacinto. A la mañana siguiente, Casares exige que Carlos delate a los cómplices que se escabulleron con él la noche anterior, pero Carlos se niega a delatar a Jaime y asume la culpa. Carlos consolida aún más su amistad con Jaime tras rescatarlo de un aljibe.

Jacinto sabe del oro escondido en el orfanato, y aprovecha su aventura con Carmen para tomar sus llaves y registrar el edificio en busca del tesoro. Esa noche, los chicos oyen ruidos extraños de lo que creen que es un fantasma, y Carlos decide investigar. Sale a hurtadillas y se encuentra con la pálida figura de un joven con sangre que fluye hacia arriba desde una herida en la cabeza, lo que le hace volver a correr al interior del edificio. Más tarde, tras hojear el cuaderno de dibujos de Jaime, Carlos encuentra un dibujo de una figura fantasmal etiquetado como "Santi", lo que le lleva a sospechar que Jaime sabe más que los demás chicos.

Casares recibe la noticia de que Ayala ha sido capturado por los nacionalistas. Temiendo que Ayala sea pronto torturado para que revele la ubicación del oro en el orfanato, convence a Carmen de que deben evacuar a los niños inmediatamente. Jacinto escucha la conversación y se enfrenta a Carmen, exigiéndole el oro escondido y sacando a relucir su aventura delante de Casares. Enfurecido, Casares apunta a Jacinto con una pistola y le obliga a marcharse.

Cuando los huérfanos y el profesorado se preparan para salir, Conchita descubre a Jacinto vertiendo gasolina por la cocina, en la que también había colocado otras numerosas latas de combustible. Le amenaza con una pistola y le dispara en el brazo cuando se burla de ella, lo que provoca que un furioso Jacinto provoque un incendio antes de huir del edificio. Carmen y su compañera Alma intentan apagar el fuego, pero no consiguen evitar una explosión; Alma muere a causa de la explosión, al igual que varios de los niños. Casares encuentra a Carmen herida de muerte en el interior del edificio y se queda con ella llorando mientras muere. Mientras Casares permanece en el orfanato carbonizado con los niños supervivientes, se arma y espera el regreso de Jacinto.

La noche siguiente, Jaime revela a Carlos los detalles de la desaparición de Santi: Jaime y Santi habían estado recogiendo babosas en el aljibe, cuando vieron a Jacinto intentando abrir la caja fuerte donde se guardaba el oro. Jaime logró escapar, pero Jacinto acorraló a Santi e intentó amenazarlo para que guardara silencio. Enfadado, Jacinto empujó a Santi contra un muro de piedra, causándole una grave herida en la cabeza y haciéndole entrar en shock. Un Jacinto aterrorizado ató piedras a Santi antes de hundir su cuerpo en el aljibe. Un aterrorizado Jaime corrió entonces hacia el patio, sólo para que la bomba cayera a varios metros de él momentos después.

Jaime insiste en que ya no tiene miedo de Jacinto, y que lo matará si vuelve. Conchita, que ha sobrevivido a la explosión, intenta ir al pueblo más cercano en busca de ayuda cuando se encuentra con Jacinto y dos socios que regresan al orfanato para reclamar el oro. Jacinto la amenaza con un cuchillo, diciéndole que se disculpe por haberle disparado, pero ella lo insulta y él la apuñala hasta matarla.

Carlos tiene un encuentro más con el fantasma de Santi, al que ya no teme tras conocer las circunstancias de su muerte. El fantasma exige tranquilamente que Carlos le lleve a Jacinto.

Finalmente, Casares muere de sus heridas mientras Jacinto y sus socios llegan al orfanato y encarcelan a los huérfanos mientras buscan el oro. Los otros dos hombres se impacientan y se marchan, pero Jacinto no tarda en descubrir el alijo. Los huérfanos saben que Jacinto los matará en cuanto encuentre el oro, pero Jaime consigue animarlos a defenderse. Los niños fabrican armas con palos afilados y vidrios rotos, y atacan a Jacinto en el sótano, apuñalándolo varias veces y empujándolo a la cisterna donde había arrojado el cuerpo de Santi. Jacinto intenta escapar, pero el oro le pesa antes de que el fantasma de Santi aparezca de las profundidades y arrastre a Jacinto a su muerte.

Mientras los niños restantes abandonan el orfanato y se dirigen a la ciudad, el fantasma de Casares los observa desde la puerta.