Poco después de enfrentarse a la banda en el puente y haber podido hablar con Will (Theo James) y ganarse su confianza y respeto, Tom (Forrest Whitaker) muere a causa de sus heridas. Después de esto, el coche se rompe; Will lo incendia, con el cuerpo de Tom dentro, y continúa solo a pie. Luego, una familia lo recoge en el camino y llegan a la casa del padre de Will. Llega a un acuerdo con el hombre de la familia (David Lewis) y le permite a él y a su familia quedarse en la casa, donde hay agua, suministros y un generador con suficiente gas para unos días, a cambio del vehículo, que utiliza para continuar hacia Seattle.

Cuando Will llega a la ciudad, la encuentra en ruinas, aparentemente debido a algún suceso volcánico, ya que se ve cenizas cayendo del cielo y se sienten ligeros temblores en todas partes. Llega al departamento donde se alojaba su prometida Sam (Kat Graham) y encuentra una nota en la puerta, que le dice que vaya a una cabaña en el bosque cercano. Encuentra la cabaña y ahí está Kat con Jeremiah (Mark O'Brien), un vecino que la llevó allí.

Como todos comparten un momento de paz juntos, Jeremiah comienza a mostrar un comportamiento inquietante, impulsado por una teoría de conspiración de que todo el evento fue hecho por el hombre, en lugar de un cataclismo natural; esto hace que Will sospeche.

A la mañana siguiente, ve a Jeremiah, aparentemente buscando a el coche que Will estaba usando. Will se enfrenta a Jeremiah, quien lo excusa como "dos niños a los que vio acechando en él y deben caminar alrededor del perímetro para encontrarlos". Mientras que alrededor del área y percibiendo el medio ambiente se está preparando para otro evento catastrófico, Jeremiah intenta dispararle a Will, quien, a su vez, lo mata en defensa propia. Él regresa, y Kat y él se van, mientras ocurre otro temblor importante, desencadenando una nueva erupción volcánica.

La última secuencia muestra a Will y Kat tratando de alejarse de la nube de humo, hacia el Norte, mientras se tranquilizan el uno al otro. La película termina, sin dejar claro si serán atrapados por la nube volcánica y morirán, o si logran escapar.