Final de El guardaespaldas de la primera dama
(1987)
Final de El guardaespaldas de la primera dama (1987)
"A un guardaespaldas del presidente se le asigna proteger a la inquieta primera dama, mientras sufre varios atentados."
Título original: Assassination
Sinopsis
Jay Killion, el guardaespaldas del recientemente elegido presidente de los Estados Unidos, debe proteger también la vida de la primera dama, una mujer problemática que es objeto de varios intentos de asesinato. La última película estrenada en cines del director Peter R. Hunt fue esta cinta de acción con toques de comedia, protagonizada por Charles Bronson. El actor, quien ya había coincidido con el realizador en "Caza salvaje", volvió a encontrarse en la pantalla, por 16ª vez, con su esposa, Jill Ireland, en la que se convertiría en su última aparición conjunta. Y es que la actriz, que ya padecía cáncer de mama en el momento del rodaje, no superaría la enfermedad y moriría tres años más tarde. Les acompaña en un pequeño papel Chris Alcaide ("El sheriff de Oracle"), un actor de wésterns ya retirado que volvió al séptimo arte solo para participar en la que nos ocupa.
Peter R. Hunt
Director
Richard Sale
Escritor
Pancho Kohner
Productor
Reparto principal
Charles Bronson
Jill Ireland
Stephen Elliott
Jan Gan Boyd
James Staley
Frank Zagarino
Como acaba El guardaespaldas de la primera dama
Jay Killian es un miembro senior del Servicio Secreto. El día antes de la inauguración del nuevo presidente, Killian acaba de regresar de una licencia médica de seis semanas. Se le asigna una nueva tarea: proteger a la Primera Dama, Lara Royce Craig.
Siendo altamente cualificado y un veterano experimentado del servicio, Killian se siente desanimado al no estar asignado a la escolta presidencial. Para empeorar las cosas, Lara resulta ser una protegida extremadamente difícil. Es arrogante, condescendiente, exigente y detesta la presencia de Killian.
Con la Primera Dama haciendo lo que quiere e ignorando todas las sugerencias de Killian, se hace evidente que alguien quiere a Lara muerta, especialmente cuando un motociclista intenta dispararle.
Sigue una salvaje aventura a través del país mientras Killian intenta proteger a Lara y descubrir al asesino y su contratista, y los intentos de asesinato pueden haber tenido su origen en la Casa Blanca.
Resulta que, debido a una lesión de guerra, el Presidente es impotente y su esposa está a punto de solicitar el divorcio al final de su primer mandato. Creyendo que el divorcio eliminará las posibilidades de un segundo mandato, los co-conspiradores del presidente organizaron los intentos de asesinato para mantener en secreto la impotencia del Presidente y ganar el apoyo del pueblo en su duelo.
Killian logra desentrañar la conspiración.