Un grupo de 12 guerreros vikingos, liderados por Buliwyf, es convocado por el rey de una pequeña aldea del norte para combatir un antiguo mal indescriptible. Consultan a un oráculo que les dice que para tener éxito en su misión, deben tomar a un 13º guerrero, pero no puede ser un nórdico. Ahmed ibn Fahlad (Antonio Banderas) es un viajero árabe que ha sido desterrado de su tierra natal. Lo reclutan/coaccionan para que vaya.

Están luchando contra los Wendol, salvajes bárbaros que se comen a los muertos. Están muy superados en número. En cada enfrentamiento, pierden uno o dos hombres. Una anciana les dice que para derrotar a los Wendol sólo tienen que matar a la reina y al jefe de los guerreros. Si esos dos mueren, los otros huirán aterrorizados.

El guerrero superviviente se cuela en la guarida de la cueva de Wendol. Buliwyf mata a la reina, pero es herido con un arma envenenada. Los Wendol son alertados de su presencia, y parecen estar atrapados en lo profundo de la cueva. Un río subterráneo fluye a través de la cueva, y se dan cuenta de que pueden oír la cascada desde donde están. Se zambullen en el río subterráneo, y salen a salvo por la cascada.

Los Wendol atacan el pueblo de nuevo. Buliwyf le corta la cabeza al jefe guerrero.