La película está ambientada en el invierno entre 1943 y 1944 en los Apeninos. Martina, de ocho años, vive con sus padres y una gran familia de campesinos, que se esfuerzan cada día por sobrevivir. Desde la muerte de su hermano pequeño, Martina ha dejado de hablar, lo que la convierte en objeto de las burlas de sus compañeros, aunque sus observaciones son profundas. Llega la Segunda Guerra Mundial, con la presencia cada vez más invasiva de soldados alemanes y escuadrones de partisanos. Lena, la madre de Martina, se queda embarazada y Martina sigue con atención los nueve meses de gestación, mientras la guerra se cruza con la vida cotidiana: la colada, las cestas tejidas en el establo, la matanza del cerdo, los coqueteos de los jóvenes, la primera comunión.

El hermano pequeño de Martina nace en su casa a finales de septiembre de 1944. Al amanecer, las SS, apoyadas por unidades de soldados alemanes, llegan a las colinas. Llevan a cabo una feroz redada, que se recordará como la "masacre de Marzabotto": ancianos, mujeres y niños son asesinados después de ser arreados en cementerios, iglesias y granjas. Martina, que había logrado escapar, es descubierta y encerrada en la pequeña iglesia de Cerpiano junto a decenas de personas. Tras cerrar las puertas, los soldados llevan a cabo una masacre.

Martina sale milagrosamente ilesa y regresa a su casa, encontrando sólo habitaciones vacías y silencio: coge la cesta con su hermano, al que había escondido dentro de un refugio en el bosque, y se refugia en la rectoría de Don Fornasini. Una vez finalizada la masacre, regresa a la casa de la familia, donde cuida a su hermano cantándole una nana, recuperando el habla.