La Segunda Guerra Mundial. La cantante judía Rachel Stein escapa de Berlín para refugiarse en los Países Bajos con sus familiares, pero la amenaza nazi sigue acechando, primero con la destrucción de su refugio y luego con el ataque al barco en el que intentaba huir con sus padres hacia el sur de los Países Bajos, ya liberados por los aliados, escapando de ambas masacres.

Al llegar a La Haya, asumió la identidad de Ellis de Vries y se unió a la resistencia. Aprovechando su aspecto y su habilidad para el canto, se le encomienda la tarea de seducir a Ludwig Müntze, el jefe de los servicios de seguridad de las SS, para conseguir los próximos movimientos del ejército alemán. Rachel se enamora de él, diferente a sus compañeros, cruel y despiadado, duda que se disipa cuando descubre que en la resistencia holandesa hay muchos infiltrados alemanes. La situación se precipita cuando la SS la desenmascara y los partisanos la hacen parecer una traidora.

Rachel consigue escapar con Ludwig, pero el hombre es condenado y fusilado por los nazis bajo los auspicios de los aliados y ella es encarcelada como colaboradora, sufriendo acoso y violencia. Liberada por Hans, uno de los líderes de la resistencia, Rachel descubre que él es el topo dentro del grupo que ha enviado a cientos de judíos a la muerte, robándoles dinero y objetos de valor con falsas promesas. Aunque el propio Hans intenta matarla inyectándole insulina, Rachel consigue salvarse, escapar y demostrar su inocencia. Persiguiendo al fugitivo Hans, escondido en un coche fúnebre con el botín, Rachel se venga a sí misma y a las víctimas sellando el ataúd y condenando al hombre a morir por asfixia.

La película termina once años después en un kibutz israelí. La mujer tiene su propia familia, pero como en su juventud tiene que correr a los refugios para salvarse de los ataques aéreos sirios y egipcios.