En una pequeña ciudad suburbana del Valle del Hudson, el genio de once años Henry Carpenter y su hermano pequeño Peter son criados por su madre soltera Susan, una camarera que se dedica a escribir libros infantiles. Henry ha utilizado su intelecto para invertir con éxito en el mercado de valores, acumulando unos ahorros muy importantes para su familia. También protege a Peter de un matón del colegio y construye máquinas de Rube Goldberg en su casa del árbol. Henry y Susan se encariñan con su vecina de al lado y compañera de clase de Henry, Christina Sickleman, que recientemente se ha vuelto sombría.

Henry cree ver que Christina está siendo maltratada por su padrastro, Glenn, el comisario de policía local. Denuncia los abusos a los servicios sociales y a la directora del colegio, Janice Wilder, pero Glenn tiene conexiones en todo el gobierno local y Wilder se muestra reacia a desafiar al comisario sin "pruebas concluyentes". Henry no consigue que las autoridades inicien una investigación seria que proteja a Christina. Henry le dice a su madre que cuando alguien está en problemas, los que pueden ayudar deben actuar. Desarrolla un plan detallado para rescatar a Christina que detalla en un cuaderno. Tras un violento ataque, es llevado al hospital, donde se le diagnostica un tumor cerebral y es operado. Anticipándose a su muerte, le dice a Peter que le dé el cuaderno a Susan. Días después, Henry muere.

Susan está angustiada por la muerte de Henry y tiene dificultades para funcionar, pero cuando Peter le da el cuaderno, se centra en el plan de Henry. Intenta, sin éxito, interesar a una agencia de servicios sociales cercana para que abra una investigación. Una noche, desde la ventana del dormitorio de los chicos, ve a Glenn en la habitación de Christina y decide llevar a cabo el plan. El cuaderno y una cinta de casete que lo acompaña describen el plan de Henry para matar a Glenn con un rifle de francotirador y cubrir el rastro de Susan para que sea imposible seguirle la pista al asesinato. Su coartada será ejecutar el asesinato mientras Christina y Peter están actuando en el concurso de talentos de la escuela.

Susan se escapa del espectáculo y pone en marcha el plan. Cuando está a punto de apretar el gatillo, se da cuenta de que el plan de Henry, aunque ingenioso, es la construcción de un niño, y debe actuar como un adulto. Inmediatamente se enfrenta a Glenn y le dice que va a desenmascararlo por lo que le ha hecho a Christina. Él le responde que todo el mundo le creerá a él, no a ella, y le dice que va a llamar a su jefe de policía para que venga a detenerla. Al mismo tiempo, afectado por la actuación de baile de Christina en el concurso de talentos, el director Wilder decide seguir adelante con la acusación de abuso, poniéndose en contacto con las autoridades. Glenn vuelve a casa, llama a su pariente de los Servicios Sociales y se entera de que se ha abierto una investigación sobre los abusos que cometió contra Christina. Cuando la policía llega a su casa, se suicida. Susan adopta legalmente a Christina como su hija. También termina de escribir uno de sus libros para niños, como le había pedido Henry.