Final de El mar

(2000)
Final de El mar

Título original: El mar

14/04/2000 (ES)Bélica, Drama111 min
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Sinopsis

Manuel Tur y Andreu Ramallo tienen diez años cuando la Guerra Civil llega a la isla de Mallorca. Su primer encuentro con la crueldad de la guerra se produce al ver cómo fusilan al padre de un amigo frente a la tapia del cementerio. Transcurridos diez años, Manuel y Ramallo vuelven a encontrarse en un sanatorio para enfermos de tuberculosis, situación que afrontan de manera diferente: Ramallo procura olvidar la enfermedad mientras que Manuel se refugia en la religión. La amistad entre ellos se basa en la fascinación que siente Manuel por la vitalidad de Ramallo y en la admiración de éste por la entereza de Manuel. Pero poco a poco las creencias religiosas de Manuel entran en crisis al darse cuenta de que lo que siente por Ramallo es algo más que amistad.

Agustí Villaronga

Director

Agustí Villaronga

Escritor

Jaume Peracaula

Fotógrafo

Isona Passola

Productor

Reparto principal

Roger Casamajor

Roger Casamajor

Bruno Bergonzini

Bruno Bergonzini

Antonia Torrens

Antonia Torrens

Juli Mira

Juli Mira

Simón Andreu

Simón Andreu

Ángela Molina

Ángela Molina

Como acaba El mar

En el verano de 1936, la violencia de la guerra civil española llega a un pequeño pueblo de Mallorca. Cuatro niños: Andreu Ramallo, Manuel Tur, Pau Inglada y una niña, Francisca, son testigos de la ejecución de los izquierdistas a manos de los pro-franquistas del pueblo. En un acto desesperado de venganza, Pau, cuyo padre ha sido asesinado el día anterior por el verdugo principal, planea vengar el asesinato de su padre torturando a Julià Ballester, el hijo del asesino de su padre. Su idea es obligar al chico a beber aceite de ricino. Sin embargo, las cosas se tuercen cuando el niño, Julià Ballester, se burla de ellos y Pau se enfurece. Mata brutalmente a Julià golpeando su cabeza contra una roca y apuñalándolo en la garganta. Incapaz de asumir lo que acaba de hacer, Pau se suicida saltando dentro de un agujero en una cueva. El resto de los niños: Andreu, Manuel y Francisa son testigos de estos trágicos acontecimientos.

Más de una década después, Ramallo, ahora un joven engreído, es enviado a un sanatorio para tuberculosos en Mallorca para recuperarse de las fases iniciales de la enfermedad. Ramallo, como todos los enfermos de tuberculosis y pulmón, tiene que vivir en una gran habitación, al estilo de un dormitorio. Sin embargo, a medida que la salud del paciente disminuye y se espera que muera, se le envía a una habitación privada numerada como 13 para sus últimos días. Ramallo, con su fanfarronería y sus historias de proezas sexuales, atrae la admiración de los demás pacientes, especialmente de Galindo, el más joven del grupo.

Ramallo se sorprende al descubrir que Manuel Tur, su amigo de la infancia, también es un paciente. Hombre pálido y demacrado, Manuel ha encontrado consuelo a su problema de salud en la religión. Más chocante aún es ver a la bella Francisca, ahora convertida en monja abnegada, cuidando a los enfermos del hospital. Alcántara, el brutal cuidador, y Carmen, su infeliz esposa, dirigen el lugar. Poco después de su llegada, Ramallo recibe la indeseada visita de Don Eugeni Morell, su antiguo jefe, en el contrabando. El acomodado Morel, de mediana edad, también le ha explotado sexualmente durante mucho tiempo. La visita de Morell enfurece a Ramallo y a partir de ese momento intenta desvincularse del señor del crimen. Como recordatorio de que sólo puede contar consigo mismo, Ramallo se hace tatuar su propio nombre en el pecho por Alcántara, el encargado de mantenimiento del hospital. En la clínica, Manuel tiene un gato como mascota al que adora. En un ataque de ira, Ramallo le da una patada al gato hasta casi matarlo. Manuel devuelve el animal moribundo a Ramallo para que acabe con su sufrimiento. Entierran juntos al animal y se reconcilian recordando su amistad de la infancia.

Ramallo quiere deshacerse definitivamente de Morell, pero su primer intento de robar algo de dinero de la iglesia del sanatorio fracasa cuando es descubierto por Francisca. De niña, Francisca estaba enamorada de Ramallo y ahora se alegra de volver a verlo, pero le asegura que es perfectamente feliz en su vida de monja. Ramallo comienza a maquinar el secuestro de mercancías de contrabando de Morell. Recluta a Manuel para que le ayude a robar las llaves del coche de Alcántara para ir al puerto cercano. En medio de este trapicheo, la muerte de Galindo afecta profundamente a Ramallo. Carmen siente debilidad por Manuel y lo seduce. Al principio, Manuel intenta resistir la tentación porque ella es una mujer casada, pero ella le asegura que es infeliz en su matrimonio y que sólo siente asco por su marido. Tienen relaciones sexuales, pero cuando Manuel descubre que ella ha venido a visitarle por sugerencia de Ramallo, le dice que le deje en paz. Manuel se enfrenta airadamente a Ramallo acusándole de estar celoso de su pureza. Ramallo le deja callado diciéndole que su enfado se debe a que está secretamente enamorado de él. De hecho, atraído por su amigo, Manuel le roba la ropa a Ramallo pero, en su morboso fervor religioso, lucha contra sus deseos que cree diabólicos. El pánico sexual de Manuel se convierte en estigmas autoinfligidos.

Francisca descubre accidentalmente los planes de Ramallo pero no lo delata, sino que viaja con Manuel a la cueva en la que se suicidó Pau para recuperar de ella los objetos que Ramallo robó a Morell. Ramallo escapa del sanatorio y vuelve a casa de Morell. Cuando Morell le dice que Manuel le ha traicionado, delatando la ubicación de sus bienes robados, Ramallo asesina a Morell con un hacha. Ramallo vuelve al sanatorio para vengarse de Manuel. Manuel le dice a Ramallo que lo ama y que le dio los bienes a Morell para combatir su atracción por él. Ramallo comienza a violarlo, afirmando que el placer hará que Manuel sea torturado por el resto de su vida. Manuel clava un cuchillo en la garganta de Ramallo antes de cortarse la muñeca. Francisca deposita los dos cadáveres en el tanatorio y se quita la cofia de monja.