Hace 30 años, el famoso dibujante Colin Childress (Jeffrey Combs) dibuja un monstruo en su estudio del sótano. Sus dibujos convocan a un demonio real que mata a una mujer y luego a él. La policía cree que mató a la mujer y luego se suicidó.

30 años después, su mansión es ahora una colonia de artistas. Whitney (Debrah Farentino) es una joven dibujante que trabaja en su antiguo estudio del sótano. Whitney está obsesionada con la obra de Childress y replica sus dibujos. Varios de los artistas del lugar no consideran que sus caricaturas sean verdadero arte y la tratan mal. Ella dibuja al monstruo de Childress matando a los demás. Uno a uno, sus dibujos se hacen realidad y desaparecen consumidos por el monstruo.

El monstruo ataca a Whitney. Ella le lanza cosas y una botella de tinta blanca cae sobre la mesa de dibujo, cubriendo su imagen. Ella se da cuenta de que sus dibujos lo controlan. Dibuja a cada uno de los otros artistas derrotándolo y regresando. Todos regresan ilesos y sin recordar nada de lo sucedido. Ella decide destruir todas las imágenes del monstruo. Sin embargo, también quema las imágenes de los artistas que lo derrotan. A medida que sus imágenes se queman, se funden y desaparecen de nuevo. El monstruo regresa, riendo mientras devora a Whitney.