Starr Carter es una chica afroamericana de 16 años que vive en el barrio predominantemente negro de Garden Heights, pero asiste a una escuela privada predominantemente blanca, Williamson Prep.

Después de que se dispare un arma en una fiesta a la que Starr asiste, su mejor amigo de la infancia, Khalil, la lleva a casa. Mientras conducen hacia su casa, un agente de policía los detiene por no señalizar un cambio de carril. El agente le da órdenes a Khalil, como que baje la ventanilla y apague la música. Khalil no está de acuerdo con el agente, que le ordena salir del coche.

Mientras está fuera del coche, el agente recupera el permiso de conducir de Khalil y le indica que mantenga las manos en el techo mientras el agente comprueba su identificación. Khalil se asoma a la ventanilla del coche para ver cómo está Starr, antes de meter la mano por el lado del conductor para coger un cepillo para el pelo. El agente, pensando que Khalil se dispone a blandir un arma, dispara y mata a Khalil. Mientras Starr llora a Khalil, el agente se da cuenta de que tenía en la mano un cepillo para el pelo, no una pistola.

El asesinato de Khalil se convierte en una noticia nacional. La identidad de Starr como testigo se mantiene inicialmente en secreto para todo el mundo fuera de la familia de Starr, dejando a las dos mejores amigas de Starr, Hailey Grant y Maya Yang, y al novio de Starr, Chris, que asisten juntos a Williamson Prep, sin saber la conexión de Starr con el asesinato. El hecho de tener que guardar este secreto pesa sobre Starr, al igual que su necesidad de mantener separadas sus personalidades de Williamson y Garden Heights.

Starr acepta ser entrevistada en la televisión y testificar ante un gran jurado tras ser animada por una abogada de derechos civiles, April Ofrah. Mientras defiende el carácter de Khalil durante su entrevista, en la que se oculta su identidad, nombra a los King Lords, la banda que controla su barrio. La banda toma represalias amenazando a Starr y a su familia, obligándoles a mudarse con su tío Carlos, el hermano de su madre, que es detective de la policía.

Carlos fue una figura paterna para Starr cuando su padre, Maverick, pasó tres años en prisión por un crimen que no cometió. Tras su puesta en libertad, Maverick dejó la banda y se convirtió en el propietario de la tienda de comestibles Garden Heights, donde trabajan Starr y su hermanastro Seven. A Maverick sólo se le permitió abandonar a los King Lords porque su falsa confesión de un crimen evitó que el líder de la banda, King, fuera encerrado. King, muy temido en el barrio, vive ahora con la madre de Seven y la hermanastra de ésta, Kenya, que es amiga de Starr.

Después de que un gran jurado no acuse al agente, Garden Heights estalla en protestas pacíficas y en disturbios bélicos. Como reacción a la decisión, Starr adopta un papel cada vez más público, incluso hablando durante las protestas, que son respondidas por la policía con equipo antidisturbios. Su creciente identificación con los habitantes de Garden Heights provoca tensiones con los amigos del colegio de Starr, y especialmente entre ella y su novio Chris. Starr y Maya acaban enfrentándose a los comentarios racistas de Hailey, rompiendo su amistad junto con Maya, y Chris sigue apoyando a Starr.

Starr y Seven quedan atrapadas en la tienda de comestibles de Maverick, que es bombardeada por King y su banda. Los dos escapan con la ayuda de Maverick y otros propietarios de negocios de Garden Heights. Cuando llega la policía, Sekani, el hermano pequeño de Starr, apunta a King con una pistola. Starr calma la situación. La comunidad se levanta contra King, que va a la cárcel. Al final, Starr promete mantener viva la memoria de Khalil y continuar su defensa contra la violencia policial por "cualquier medio necesario".