Final de El príncipe de Egipto explicado
Después de que las Diez Plagas causaron estragos en la población egipcia -particularmente la décima, lo que implicaba que cada primogénito de animales Y HOMBRES debía morir-, Ramsés, afligido por la muerte de su propio hijo, anuncia a Moisés que liberaría a los israelíes; sin embargo, él no quiere tener nada más que ver, personalmente, con Moisés. Esto asusta apena a Moisés.
Poco después, sin embargo, Ramsés reconsidera su posición con respecto a los israelíes y, enfadado, ordena a todo su ejército que siga y vaya a por los israelíes, que ya huían de Egipto. Mientras tanto, la gente de Moisés llega a la orilla del Mar Rojo, sin saber qué hacer, y luego, el ejército egipcio se escucha rugir detrás de ellos.
Moisés le pide a Dios que lo ilumine, y luego, golpea su bastón sobre el suelo y levanta las manos, lo que hace que el mar se divida en dos gigantescas columnas de agua y deje un camino de tierra seca debajo, para que la gente camine; Al mismo tiempo, un enorme remolino de fuego surge del suelo, para evitar que los egipcios lleguen a los israelíes, pero no dura demasiado.
Apenas unos segundos después de que el último israelí llegó a salvo a la otra orilla, y los soldados egipcios comenzaron a caminar por el mismo sendero creado, las dos “torres” de agua colapsaron sobre ellos. Todo el ejército desaparece en el mar, a excepción de Ramsés, que es llevado de regreso a la costa egipcia. Lo dejan solo y enfurecido, gritando: “¡MOISES!”, mientras Moisés susurra: “Adiós, hermano”.
Al final, Moisés, Tzipporah, Miriam y todos los personajes israelíes sobreviven, mientras miran su nueva tierra para establecerse. Luego, se escucha la voz de Yocheved, la madre de Moisés, cantando: “¡Líbranos!”.