Joanna Mills (Sarah Michelle Gellar), representante itinerante de una empresa de camiones, se dedica a su exitosa carrera pero es algo solitaria. Desde los 11 años es una persona problemática, con episodios de automutilación y visiones amenazantes. Normalmente evita volver a su Texas natal, pero acepta un viaje allí para asegurarse un cliente importante. Durante el viaje, sus visiones, que adoptan la forma de recuerdos de acontecimientos que no pertenecen a su vida, aumentan en intensidad. Ve una cara extraña que le devuelve la mirada en el espejo. En la radio de su camión suena "Sweet Dreams" de Patsy Cline, sin importar la emisora que seleccione. Se detiene en el lugar de un accidente que, al día siguiente, parece no haber ocurrido. Joanna se corta en el baño de un bar y es rescatada por un amigo por los pelos. Visita a su padre, que observa que desde los 11 años era "una chica diferente". Las visiones continúan, volviéndose más específicas y más amenazantes, centrándose en un hombre amenazante que no reconoce y en un bar que nunca ha visto, pero cuya imagen aparece en uno de sus catálogos.

Atraída por la imagen a la ciudad de Texas donde se encuentra el bar, un lugar en el que no ha estado desde su infancia, Joanna conoce a un hombre llamado Terry Stahl, cuya esposa, Annie, fue acosada, agredida brutalmente y abandonada a su suerte quince años antes, un crimen del que Terry fue sospechoso pero no condenado. Joanna sigue teniendo visiones de este crimen y de los acontecimientos que lo provocaron, y descubriendo otros vínculos entre la vida de Annie y la suya. Se encuentra con el verdadero asesino y se deja llevar por lo que ha visto en sus visiones para recuperar el cuchillo que utilizó de su escondite. A continuación, ella misma es acosada. Se ve envuelta en una repetición del crimen, pero esta vez apuñala a su agresor con el cuchillo recuperado, utilizando el arma original para vengar el crimen original.

La historia termina con la revelación de que Annie, que se aferraba a la vida mientras Terry la llevaba al hospital después del asalto original, murió cuando su coche se estrelló contra otro conducido por el padre de Joanna, en el que ésta, de once años, era pasajera. Tras un momento de inconsciencia, la joven Joanna parece haber sobrevivido al accidente. Se ve a una Joanna silenciosa reflexionando sobre quién es y qué le ha pasado. Parece llegar a una resolución interior de estas cuestiones.

Un final alternativo incluido en la edición en DVD apoya más directamente la interpretación de que el alma de Annie ha sido colocada en el cuerpo de Joanna.