Tres años después de la muerte de su familia en un accidente de avión, Stephanie Patrick se ha convertido en una trabajadora sexual drogadicta en Londres. El periodista Keith Proctor se acerca a ella y cree que el accidente aéreo fue un ataque terrorista encubierto por el gobierno. Stephanie deja su burdel para vivir con Proctor y estudia su investigación sobre el accidente, que fue el resultado de una bomba fabricada por un estudiante de ingeniería llamado Reza, que asiste a la universidad en Londres. Stephanie compra una pistola y encuentra a Reza en la cafetería de la universidad, pero no se atreve a dispararle. Él se burla de ella y se va. Horas después, encuentra a Proctor asesinado en su apartamento.

A través de las notas de Proctor, descubre que su fuente es el agente del MI6 caído en desgracia Iain Boyd, a quien encuentra viviendo recluido en Escocia. Boyd dice que Reza ha desaparecido después de su enfrentamiento con él, y acepta a regañadientes entrenarla para que le dé caza. Boyd dice que Reza es un fabricante de bombas contratado por un terrorista conocido como U-17, que llevó a cabo el atentado a instancias de un clérigo islamista que posteriormente murió en un ataque con drones. El avión fue derribado para asesinar al reformista musulmán liberal Abdul Kaif; el padre de Kaif, Suleman, financió la investigación de Proctor sobre el accidente. Stephanie asume la identidad de Petra Reuter, una asesina asesinada por Boyd cuyo cuerpo nunca se encontró.

Boyd la envía a Madrid para que se reúna con el ex agente de la CIA Marc Serra, que aparentemente acepta ayudar. Stephanie le pide a Suleman que financie su misión, prometiendo vengar a su hijo; él se niega, ya que desconoce la muerte de Proctor y cree que éste les ha extorsionado. Alia, la madre de Kaif, le ofrece el dinero. Stephanie asesina a varios de los conspiradores del atentado. Serra le dice que el U-17 es el propio Reza. Sigue la pista de Reza hasta el sur de Francia, donde está preparando un atentado en un autobús y, tras un forcejeo en el mismo, le deja morir mientras su propia bomba explota. Se da cuenta de que Serra ha sido la U-17 todo el tiempo y que la ha estado utilizando para acabar con todas las conexiones con él. Mata a Serra con una jeringuilla en su casa, antes de visitar a Alia para informarle de que su misión ha sido un éxito.

Boyd se encuentra con Stephanie en Londres y le advierte que desaparezca, ya que el MI6 se ha ofrecido a llevarlo de vuelta si puede eliminar a la recién resurgida "Petra". Stephanie, habiendo encontrado la paz, se marcha.