Con los alemanes aparentemente cerca de la derrota en la última parte de la Segunda Guerra Mundial, un escuadrón de soldados estadounidenses de la 2ª División de Infantería en una misión de rutina cerca de Elsenborn en las Ardenas belgas se encuentra con una fuerza de tanques alemanes sorprendentemente fuerte y una fuerza de infantería. Tras un intenso tiroteo, los estadounidenses escapan y tratan de regresar a sus propias líneas para informar de la oleada alemana. En el camino, tropiezan con un emplazamiento experimental alemán, todavía envuelto en llamas por algún acontecimiento devastador. Sorprendentemente, este emplazamiento se encuentra en Heidenfeld, Turingia, en Alemania, aunque sus propias líneas están a cientos de kilómetros, en Bélgica.

Se encuentran con un agente americano de la OSS que sufre horribles quemaduras, y se enteran de que los alemanes están a punto de desarrollar una superbomba que les permitirá cambiar el rumbo de la guerra y conseguir la victoria. El agente americano, sabiendo que está cerca de la muerte, pide a los soldados que completen su misión: encontrar la bomba, desactivarla y extraer al científico que la está desarrollando, que desea desertar. Con su sargento y otros suboficiales muertos, el más joven de los soldados, Nathaniel "Nate" Burrows, Jr. (Chad Michael Collins) y Dean Ransom (Tom Sizemore) (un cocinero que había sido degradado de teniente tras el desembarco del Día D) los conducen a lo más profundo del territorio nazi. Allí se les unen el aviador británico fugado Brent Willoughby (Vinnie Jones) y el soldado del Ejército Rojo Ivan Puzharsky (Dimitri Diatchenko). Descubiertos y perseguidos, los aliados escapan por los pelos de un número muy superior de soldados nazis bien armados y finalmente se ponen en contacto con una mujer llamada Kestrel (Melia Kreiling), su enlace con la bomba atómica y con el científico Dr. Luca Gruenewald (Jürgen Prochnow).

Al final, el escuadrón consigue escapar de las instalaciones nazis mientras los bombarderos aliados diezman el lugar. Iván escapó con los documentos de la investigación de Gruenewald. El escuadrón, el doctor Gruenenwald y Kestrel llegaron sanos y salvos al territorio controlado por los aliados. Nate y su escuadrón son informados por sus superiores de que no recibirán ningún tipo de reconocimiento o recompensa y de que deben guardar el secreto de su misión para no revelar los secretos de la bomba atómica y del doctor Gruenewald a sus aliados, los soviéticos y las potencias del Eje. El Dr. Gruenewald es entonces trasladado a Estados Unidos para trabajar en el Proyecto Manhattan.