Final de En un lugar de África
(2001)
Final de En un lugar de África (2001)
Título original: Nirgendwo in Afrika
Sinopsis
Regina, de cinco años, empieza una nueva vida junto a sus padres en una destartalada granja de Kenia, donde han llegado huyendo del nazismo alemán. La niña pronto se adapta a las nuevas condiciones de vida, pero a sus padres les cuesta más.
Caroline Link
Director
Niki Reiser
Compositor
Gernot Roll
Fotógrafo
Bernd Eichinger
Productor
Reparto principal

Juliane Köhler

Merab Ninidze

Sidede Onyulo

Matthias Habich

Lea Kurka

Karoline Eckertz
Como acaba En un lugar de África
La historia está basada en la novela autobiográfica del mismo nombre de Stefanie Zweig y narra la salida de una familia judía alemana en 1937, antes del estallido de la Segunda Guerra Mundial. Él, Walter Redlich, abogado, ya no puede ejercer y se marcha a Kenia, donde se reúnen con él su mujer Jettel y su hija Regina, aún pequeña.
A continuación se suceden numerosos acontecimientos que perfilan las diferentes formas de adaptación de los tres a su nueva vida y también la evolución de sus relaciones con la población indígena local, en particular con el cocinero Owuor. Llama la atención, entre otras cosas, la actitud despectiva que tiene inicialmente Jettel hacia los nativos, comparada en una escena por Walter con la de los nazis.
Las tropas británicas estacionadas en Nairobi desempeñan un papel en el desarrollo de la historia. Los miembros de la gran comunidad judeo-alemana, tratados inicialmente como "enemigos" en tanto que alemanes, son reconocidos posteriormente como perseguidos en tanto que judíos. Walter se alista en el ejército británico, Regina asiste a la escuela inglesa, mientras que Jettel sigue dirigiendo una granja inglesa.
La película también trata de explorar la difícil relación entre marido y mujer, desgarrada entre la preocupación por los familiares en Alemania y las dificultades de la vida cotidiana. Al final de la guerra, la pareja, que se ha distanciado casi irremediablemente, se encuentra todavía enamorada. Walter, que sigue siendo un idealista, acabará convenciendo a las dos mujeres, ahora reticentes a abandonar Kenia, para que vuelvan a su nueva Alemania, donde él será juez e intentará construir un país mejor.