La película comienza con el auto de una mujer que se rompe en la nieve. Mientras hablaba por teléfono con su esposo Kim Soo-hyeon (Byung-hun Lee), quien sabemos es un agente secreto coreano, se le acerca un extraño estacionado cerca, preguntándole si necesita ayuda pero también parece muy sospechoso. Después de su charla con su marido, la mujer es atacada por el extraño con un martillo. Después, en el escondite del desconocido, la mujer es torturada y asesinada de forma bastante brutal, pero no sin antes revelar al asesino que estaba embarazada.

Después de encontrar su cuerpo en un lago, Kim Soo-hyeon promete vengarse del asesino. Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los escenarios típicos de venganza, Soo-hyeon planea hacer mucho más que simplemente matar a este psicópata, que pronto descubrimos que se llama Kyung-Chul (Min-sik Choi). Después de descubrir la ubicación del escondite de Kyung-Chul a través de sus conexiones, Kim Soo-hyeon se enfrenta a Kyung-Chul y casi lo mata a golpes, antes de ceder y meterle un rastreador por la garganta. Kyung-Chul se despierta y encuentra un sobre lleno de dinero, que le dio Kim Soo-hyeon. Descubrimos, aunque Kyung-Chul permanece inconsciente al principio, que Soo-hyeon no quiere que muera, sino que sufra tanto como sea humanamente posible. A pesar de las advertencias y súplicas de la hermana y el padre de su esposa asesinada para que deje de hacer lo que está haciendo, Soo-hyeon continúa su sangrienta búsqueda de venganza.

Después de casi matar a una enfermera indefensa, Kim Soo-hyeon interviene una vez más y tortura a Kyung-Chul, cortándole el tendón de Aquiles. Una vez más, Kyung-Chul recobra la conciencia y se encuentra varado en medio de la nada pero aún con vida. Kyung-Chul se encuentra con algunos conocidos en una casa que habían robado anteriormente, mientras que Kim Soo-hyeon sigue en la persecución. Soo-hyeon nuevamente ataca con saña a los 3 psicópatas, y golpea a Kyung-Chul sin sentido. De nuevo despertando en un lugar al azar, Kyung-Chul comienza a captar el modus operandi de Soo-hyeon. Encuentra el rastreador, y contacta a la policía, diciéndoles que planea entregarse (para que Soo-hyeon sea incapaz de asesinarlo), pero no antes de que termine algún asunto.

Antes de que Kim Soo-hyeon sea capaz de comprender el plan de Kyung-Chul y advertirles, Kyung-Chul ataca brutalmente al suegro y a la cuñada de Soo-hyeon, quienes son dados por muertos en la calle. Mientras intenta entregarse a la policía, pensando que se ha escapado, Soo-hyeon aparece y se va con Kyung-Chul. Kyung-Chul se despierta y se encuentra atado dentro de su casa. Después de ser torturado y apuñalado, Kyung-Chul todavía parece tener poder, diciéndole a Soo-hyeon que está perdido, que "no siento dolor, ni miedo, nada". A pesar de esto, Soo-hyeon deja a Kyung-Chul, quien ahora tiene una cuerda atada de su boca a la puerta. Mientras Soo-hyeon se va, un hombre y una mujer mayores y un niño pequeño salen de un taxi y se acercan al escondite.

Al escuchar sus reacciones a la puerta que no se abre fácilmente, y las súplicas de Kyung-Chul para que no abran la puerta, nos damos cuenta de que esta es la familia de Kyung-Chul. Soo-hyeon logra su última venganza, ya que pronto descubrimos que la soga sostenida por los dientes de Kyung-Chul sostenía la hoja de una guillotina. La familia de Kyung-Chul lo decapita sin querer. Al escuchar sus gritos, Soo-hyeon, alejándose todavía, comienza a llorar incontrolablemente, a pesar de haber conseguido lo que quería.