Una niña se pone a vender pan fuera del recinto, dentro de la zona de explosión del misil. Mientras los bombarderos se preparan en el interior, el único hombre disponible en tierra intenta comprarle todo el pan, pero es perseguido por los soldados que lo reconocen.

La cámara del interior se queda sin baterías, dejando a los cada vez más tensos observadores inseguros de cuándo tendrán que actuar.

Después de que la decisión de aprobar el ataque es repetidamente transmitida a otras personas, el coronel a cargo consigue que uno de sus subordinados vuelva a apuntar el lugar de impacto del misil, y también informa deliberadamente del menor riesgo de que haya un 45% de heridos en la zona donde se encuentra la chica, en lugar de la estimación proporcionada de 45-65%, sabiendo que eso persuadirá a los políticos.

El misil se dispara mientras la niña está todavía en la zona de explosión. Sin embargo, a segundos del impacto, el hombre que fue perseguido logra que un chico local la encuentre y compre el pan. Ella recoge y comienza a alejarse, pero demasiado lenta y queda atrapada en la explosión.

El objetivo principal sigue siendo móvil, por lo que se ordena un segundo lanzamiento de misil, impactando mientras los padres de la niña corren en su ayuda, pero sin causar más daño. La niña es llevada al hospital, pero muere - todos los que la siguen desde arriba no lo saben, pero sabían que estaba gravemente herida.