Yong-nam (Jo Jong-suk), que fue uno de los mejores escaladores en sus años de universidad, es ahora un hombre adulto que no tiene trabajo y se ve obligado a vivir con sus padres para salir adelante. Su hermana mayor, Jung-hyun, le recuerda constantemente este hecho y le insta a que se arregle y cause una buena impresión en el próximo 70º cumpleaños de su madre.

Para el cumpleaños de su madre, Yong-nam insiste en que lo celebren en el Jardín de las Nubes, sabiendo Yong-nam en secreto que su antiguo amor y ex escalador Eui-joo (Im Yoon-ah) trabaja allí. Yong-nam se sorprende al ver a Eui-joo y, para impresionarla, le miente y afirma que ahora tiene una carrera exitosa, para sorpresa de ella.

Mientras tanto, un terrorista aparca un camión cerca del Jardín de las Nubes y libera un gas blanco tóxico. Rápidamente se extiende a sus alrededores, provocando un pandemónium masivo en la ciudad. Durante esto, Eui-joo descubre, a través de una llamada telefónica de un amigo cercano, que Yong-nam le había mentido sobre su trabajo, y siente curiosidad por saber por qué.

La familia de Yong-nam, ajena a lo que está ocurriendo en el exterior, se sorprende al ver el gas blanco que converge y, urgidos por Eui-joo, regresan al Jardín de las Nubes, pero no antes de que Jung-hyun tropiece y sea rápidamente arrollado por el gas.

Para ponerse a salvo junto con Jung-hyun, todos se dirigen a la azotea, pero para su horror, descubren que la puerta de la azotea está cerrada. Con todos los demás ocupados, Yong-nam procede a romper una ventana y saltar al edificio adyacente. Equipado únicamente con un arnés improvisado, Yong-nam consigue escalar el Jardín de las Nubes y llegar a la azotea, donde abre la puerta a su familia. Una vez que todos están reunidos en el tejado, consiguen llamar a un helicóptero de rescate que pasa por allí con burdas señales de SOS. Sin embargo, a Yong-nam y Eui-joo se les impide subir al helicóptero, ya que su inclusión excedería el límite de peso de la góndola del helicóptero. Debido a la subida de los gases, se ven obligados a envolverse en un improvisado equipo de seguridad y a abandonar el Jardín de las Nubes para buscar un terreno más alto.

Una vez que los dos consiguen encontrar un edificio adecuado, proceden a hacer una señal a otro helicóptero que pasa por allí. Sin embargo, al ver a un grupo de estudiantes atrapados en un edificio frente a ellos, redirigen el helicóptero hacia los estudiantes y lejos de ellos. Entonces, una gasolinera cercana al camión explota enviando una oleada de gas tóxico, lo que les obliga a abandonar el edificio antes de que también puedan ser rescatados.

Tras fracasar en su intento de ser rescatados en dos ocasiones, Yong-nam y Eui-joo se dan cuenta de que la única forma de escapar del gas ascendente es dirigirse hacia la grúa de la torre, el punto más alto de los alrededores. Al mismo tiempo, son descubiertos por un dron, con el que se orientan hacia la torre grúa.

Tras correr y trepar por numerosos edificios, el dron finalmente se queda sin energía, dejando a Yong-nam y Eui-joo en un callejón sin salida, ya que se dan cuenta de que ninguno de los edificios de los alrededores está lo suficientemente cerca como para llegar a la torre grúa. Justo cuando empiezan a desesperarse, múltiples drones empiezan a converger hacia su ubicación, y Yong-nam es capaz de suspender una cuerda a través de los edificios utilizando uno de ellos. Yong-nam y Eui-joo intentan columpiarse, pero su peso combinado es demasiado para el dron y los dos caen, aparentemente hacia la muerte. Sin embargo, los dos consiguen sobrevivir a la caída y llegar a la grúa de la torre, de la que finalmente son extraídos por un helicóptero de rescate.

Una vez en tierra firme, Yong-nam se reúne entre lágrimas con el resto de su familia. Mientras Yong-nam y Eui-joo se enfrentan para despedirse, acuerdan volver a verse alguna vez. Mientras están sonriendo, la lluvia empieza a descender, disipando los últimos gases blancos de la ciudad.