Kwon Yoo (Ji Chang-wook), antiguo campeón nacional de taekwondo, pasa la mayor parte del día jugando en un cibercafé. En un juego de disparos en primera persona online, su personaje "Capitán" es muy hábil y tiene un grupo de amigos íntimos y compañeros de equipo que se hacen llamar "RESURRECTION".

Después de una sesión de juego, encuentra un smartphone y va al apartamento del propietario para devolverlo. Al día siguiente, es detenido y acusado de haber matado a una joven. Las pruebas parecen irrefutables: El arma homicida está en su casa, sus huellas dactilares y su ADN están en el apartamento de ella y la cámara de seguridad del apartamento tiene imágenes de él. Tras la presión de los medios de comunicación, el tribunal lo declara rápidamente culpable y lo condena a cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad.

En la cárcel, Kwon llama la atención del líder de la banda, Ma Duk-su, y es golpeado en sus primeros días. Su madre le visita, le asegura que está luchando por su libertad y le anima a aguantar. Ayudado por un recluso comprensivo, Kwon se rearma y se defiende, llegando a vencer a Ma. Tras recibir la noticia de que su madre se ha suicidado, Kwon se escapa de la cárcel, lo que desencadena una persecución nacional. Acude al despacho de Min Chum-sang, el abogado de oficio que le defendió. Min le da a Kwon Yoo el collar de su madre y le dice que reexaminará su caso.

Kwon es contactado por Yeo-wool, uno de sus compañeros de RESURRECCIÓN. Lo lleva a su casa en las afueras de la ciudad. Pronto se les unen sus otros compañeros de equipo. Yeo-wool ha investigado el caso, ha encontrado muchas irregularidades en las supuestas "pruebas" y ha reunido al equipo para ayudar a Kwon a limpiar su nombre.

El equipo examina los recientes crímenes violentos de alto perfil y, a través de las grabaciones de las cámaras de seguridad, encuentra un camión que aparca cerca de todas las escenas del crimen. Siguiendo esta pista, Kwon llega al apartamento de Noh Joon-young, un actor de televisión en ascenso, y encuentra su cadáver. Escondido en un rincón, Kwon es testigo de cómo un equipo de "especialistas" crea la escena del crimen, siguiendo una narrativa de "fan rabiosa que acosa, mata y embalsama a su ídolo".

Sin que Kwon lo sepa, el apartamento está siendo vigilado por Min, que es el cerebro de la trampa. Se descubre que el verdadero asesino de Noh es la hija de un acaudalado empresario conocido como "Presidente Chu", que contrata a Min para que encuentre un chivo expiatorio. Utilizando un enorme superordenador de recopilación de información oculto en su bloque de apartamentos, Min encuentra una candidata adecuada, una chica llamada So, y envía un equipo para drogarla y recoger su pelo, saliva y sangre que utilizan para falsificar la escena del crimen. Más tarde, la atraen al apartamento de Noh y terminan la narración. Del mismo modo, la "víctima" de Kwon fue asesinada por el hijo de un cliente adinerado, y Kwon se convirtió en el chivo expiatorio.

Tras rastrear a So, el equipo pincha su teléfono y encuentra al cómplice de Min. Kwon intenta secuestrar al cómplice pero es capturado por Ma, que fue liberado gracias a que Min manipuló los registros de la prisión. Yeo-wool salva a Kwon y lo pone a salvo. Preguntándose cómo le ha encontrado Ma, Yeo-wool encuentra un rastreador dentro del collar de su madre y se da cuenta de que Min está implicado.

Después de que RESURRECCIÓN sabotee la operación de Min, Kwon se enfrenta a Min en su "centro de mando". Después de golpear a Min, comienza a transferir los datos de Min (incluyendo las imágenes de vigilancia de sus víctimas y los registros de llamadas con su cliente) utilizando la memoria USB de Yeo-wool. Min insinúa que el suicidio de la madre de Kwon fue en realidad un asesinato preparado por Min. Min revela entonces que Ma está en el piso franco de Yeo-wool y que ha capturado a sus compañeros. Incapaz de esperar a la transferencia de datos, Kwon se apresura a regresar a tiempo para salvar a sus compañeros.

Evitando a la banda de Ma, a los subordinados de Min y a la policía, el grupo se apresura a llegar a un canal de televisión. En el camino, se enteran de que Min ha manipulado a los medios de comunicación para que pinten a su equipo como una "red criminal psicótica". El equipo distrae a los perseguidores, mientras Yeo-wool prepara su equipo. Finalmente, todos, excepto Yeo-wool, son capturados. Mientras Min celebra, su centro de mando se apaga y se da cuenta de que el thumbdrive de Yeo-wool ha terminado su trabajo.

Con las pruebas encontradas en el ordenador de Min, Yeo-wool y los dos miembros del equipo hasta ahora ausentes preparan una presentación. Bloquean la emisión habitual de la cadena de televisión y comienzan a presentar los hechos, detallando la implicación de Min, sus clientes y cómo inculparon a sus víctimas. Min es detenido, aunque se da a entender que hay una fuerza mayor detrás de él.

Kwon es absuelto de todos los cargos y dejado en libertad. En la escena final, el grupo está en una reunión, charlando y comiendo alegremente.