Ambientada tras la invasión nazi de Dinamarca, la película se centra en los miembros del grupo de resistencia Holger Danske, Bent Faurschou Hviid (conocido como Flammen) y Jørgen Haagen Schmith (conocido como Citronen). En un bar, Bent coquetea con una mujer, que se identifica como Ketty Selmer y le molesta diciendo su verdadero nombre. Bent la sigue y se enfrenta a ella, que le dice que es una mensajera que lleva mensajes entre Estocolmo y Copenhague.

Aksel Winther, el jefe de Bent y Jørgen, les pide que maten a Elisabeth Lorentzen, Horst Gilbert y Hermann Seibold, miembros de la Abwehr, la inteligencia militar alemana. Bent y Jørgen discuten al respecto, ya que sólo matan a daneses, para reducir la posibilidad de represalias nazis. Winther afirma que actúa por órdenes del gobierno en el exilio. Bent mata a Lorentzen pero no consigue matar a Gilbert y Seibold. Jørgen, su mujer, Bodil y su hija, Ann, celebran el cumpleaños de Ann en su coche, ya que carecen de dinero, y Bodil se lamenta de su relación. Más tarde, Bent, Jørgen y Whinter se reúnen con Spex, del servicio de inteligencia del ejército danés. Les dice que no habrá más ataques, ya que necesitan paz para un gran ataque. Acuerdan no seguir la orden de Spex y Jørgen mata a Gilbert. Esa noche, Jørgen roba una tienda de comestibles y lleva los productos a su familia; sin embargo, Bodil anuncia que está saliendo con otro hombre.

Después de que varios miembros de la resistencia sean asesinados por la Gestapo, Winther sospecha que tienen un informante. Más tarde, Bent visita el hotel de Ketty y tienen relaciones sexuales. Jørgen visita a su mujer y le aconseja a su novio que la trate bien o volverá. En una reunión, Winther dice que la informante es Ketty y ordena su muerte. Bent se reúne con Ketty; ella le dice que trabaja para Winther y para la inteligencia del ejército y que Winther no trabaja para los británicos. Winther, involucrado con Gilbert y Seibold, había ordenado su muerte para no ser visto como un traidor. Bent y Jørgen buscan a Winther en un bar y descubren que ha escapado a Estocolmo. Se dan cuenta de que es una trampa y escapan de la Gestapo. Deciden matar a Karl Heinz Hoffmann, el jefe de la Gestapo, y luego se apoderan del restaurante favorito de la Gestapo. Bent abandona su plan cuando ve que se acerca la policía. Esa noche, Ketty le dice a Bent que él y Jørgen deben ir a Estocolmo. En la reunión, les ofrecen puestos en el ejército danés, pero los rechazan. Un hombre llamado Ravnen les da el nombre del verdadero informante y Jørgen lo mata.

Bent visita a su padre, propietario de un hotel, que dice que Hoffmann, su familia y sus amantes lo visitan de vez en cuando. Bent ve a Ketty llegar al hotel con Hoffman en lo que parece ser una cita. Más tarde, Bent se enfrenta a Ketty y ésta le dice que los servicios de inteligencia del ejército le pidieron que se mantuviera cerca de Hoffmann. Bent pregunta qué coche utiliza Hoffman y cuál es su ruta. Más tarde, en la carretera, Bent, Jørgen y los demás abren fuego contra dos coches con banderas nazis, pero quedan consternados al descubrir que han matado a un padre y herido a un niño. Bent, enfurecido, acude a la habitación de hotel de Ketty, pero descubre que ésta ha volado a Estocolmo por temor a las represalias de Hoffmann. Bent y Jørgen planean de nuevo matar a Hoffmann y se disfrazan de policías. Son detenidos en una redada general y ejecución de la policía danesa aliada de Alemania. Jørgen salta una valla y es abatido, lo que permite a Bent escapar. Jørgen huye a un piso franco pero, cuando llega un escuadrón alemán, mata a algunos con un subfusil y granadas, pero es asesinado. Bent, en su casa, se suicida con una pastilla de cianuro cuando llega la Gestapo. Más tarde, Hoffmann entrega a Ketty la recompensa por ayudar a detener a Bent y una carta suya encontrada en su habitación, en la que expresa sus sentimientos y su duda sobre su traición. La película termina con notas sobre el legado de Bent y Jørgen.