Frances Halladay es una bailarina de 27 años que vive en Nueva York con su mejor amiga de la universidad, Sophie. Su vida se ve alterada cuando Sophie le dice que planea trasladarse de Brooklyn a Tribeca, que Sophie considera el barrio de sus sueños. Frances, una aspirante a bailarina que trabaja como aprendiz en una compañía de danza, no puede permitirse el traslado y se ve obligada a buscar otro lugar donde vivir.

Se traslada a Chinatown y comparte un apartamento con sus amigos Lev y Benji durante un breve período. La relación entre Sophie y Frances se complica a medida que Sophie y su novio, Patch, se acercan. Frances se entera de que la compañía de danza no la necesita para trabajar en su espectáculo de Navidad, lo que significa que Frances ya no puede permitirse el apartamento. Frances visita su ciudad natal, Sacramento, por Navidad, donde ve a su familia y se reencuentra con sus amigos del instituto.

Rachel, una compañera de la compañía, deja que Frances se quede con ella durante unas semanas. Durante la cena con la familia de Rachel, Frances descubre que Sophie ha renunciado a su trabajo en Random House y se muda a Tokio con Patch. Frances, por capricho, decide pasar un par de días sin incidentes en París que paga con una tarjeta de crédito. Vuelve a Vassar, su alma mater, para trabajar como camarera y asistente residente de verano. Sobrecargada de trabajo y sin poder asistir a clases, Frances lee el blog de Sophie sobre su vida en Tokio, Japón.

Una noche, Sophie y Patch están en una subasta de ex alumnos para la que Frances es camarera. Frances se entera de que están comprometidos y ve cómo la pareja se pelea. Deja que una Sophie borracha se quede con ella en el dormitorio que le han dado, donde Sophie revela que sufrió un aborto involuntario mientras estaba en Japón y que no es feliz en su relación. Sophie regresa a Nueva York a la mañana siguiente, dejando una nota para Frances. Tiempo después, Frances regresa a Washington Heights, en Manhattan. Se lamenta de su grave situación económica, de sus escasas perspectivas como bailarina profesional y de su relación cada vez más tensa con Sophie.

Finalmente, Frances se reconcilia con Sophie y disfruta de una existencia modesta pero satisfactoria como coreógrafa en ciernes, enseñando danza a niños pequeños y como contable de su antigua compañía de danza. Comienza a explorar una posible relación con Benji y alquila su propio apartamento. Al mudarse, Frances escribe su nombre en un papel para marcar su nuevo buzón. Su apellido completo no encaja, así que dobla el papel para que se lea: "Frances Ha".