Parvis es hijo de iraníes exiliados y vive con sus padres en Hildesheim. Disfruta de unas libertades con las que muchos jóvenes alemanes sólo pueden soñar. Sus padres aceptan que es gay, y él disfruta de las citas en Grindr y de las noches de discoteca. Después de haber robado en una tienda, tiene que hacer sus 120 horas de servicio comunitario como traductor en un proyecto de vivienda para refugiados. Allí, al principio le miran con extrañeza porque tiene un aspecto raro con el pelo decolorado y no es muy hábil en algunas tareas. También participa en las conversaciones en las que se van a tomar decisiones sobre su futura estancia, y traduce intencionadamente de forma incorrecta para evitar su deportación.

Conoce al refugiado iraní Amon, que está esperando allí con su hermana Banafshe para obtener sus permisos de residencia. Los otros jóvenes del proyecto le piden a Amon que no tenga ningún contacto con el bicho raro. Amon no entiende inmediatamente que Parvis no es un residente del proyecto, sólo está allí por su servicio comunitario. Amon comparte habitación con su hermana, que rápidamente se da cuenta de que a su hermano le gusta Parvis y les ayuda a acercarse. Después de una noche de fiesta juntos, los tres van juntos a su casa. Amon ayuda a Parvis, completamente borracho, a bañarse, y a continuación se dan el primer beso. Banafshe se entera por su madre de los antecedentes de su huida y de cómo fue para ella el nuevo comienzo en Alemania. Más tarde, le cuenta a su hijo que todo lo prepararon en Alemania sólo para él.

Un trabajador del proyecto recomienda a Banafshe un matrimonio de protección porque está amenazada de deportación e inmediatamente le ofrece casarse con ella. El día en que Parvis trabaja en el proyecto por última vez, Banafshe es advertida de que la policía está en camino para organizar su deportación. Ella quiere abandonar el proyecto, pero Parvis consigue que ella y su hermano salgan primero de la ciudad.