En Santiago de Chile, 10 años después de su divorcio y con sus hijos crecidos, Gloria, de 58 años, decide que no quiere pasar sus días sola. Empieza a ir a discotecas de solteros, donde conoce y entabla inmediatamente una relación con Rodolfo, que regenta un parque de atracciones en las afueras de la ciudad. Siete años mayor que Gloria y recién divorciado, Rodolfo se mantiene increíblemente unido a sus dos hijas mayores. Ninguna de las dos tiene trabajo y, junto con la ex mujer de Rodolfo, dependen de él para su sustento económico. Por ello, nunca apaga su teléfono móvil y contesta inmediatamente si sus hijas llaman (independientemente de dónde se encuentre). Lleva a Gloria a una cita en su parque de atracciones, donde ambos comparten un beso.

Tras una exitosa comida con Rodolfo y sus amigos, Gloria presenta a Rodolfo a su familia en una cena de cumpleaños para su hijo. Entre los demás invitados está su ex marido, Gabriel. Cuando la familia de Gloria le pregunta a Rodolfo sobre su carrera, él responde que fue oficial de la Armada chilena y se esfuerza por seguir el aluvión de preguntas sobre su vida personal. Después de beber mucho, Gloria se hace demasiado amiga de Gabriel, para malestar de Rodolfo. Éste sale de la habitación para responder a una llamada de su hija y no vuelve a la fiesta. Furiosa por ello, Gloria rompe su relación al día siguiente. Rodolfo se reúne con Gloria en su oficina, defendiendo sus acciones en la fiesta y reprendiendo a Gloria por su comportamiento.

Tras varios intentos fallidos, Rodolfo consigue que Gloria le acompañe a un hotel de lujo junto al mar en Viña del Mar. Al llegar a su habitación, una de las hijas de Rodolfo llama para decir que su madre ha tenido un accidente y que Rodolfo debe volver a casa de inmediato. Gloria intenta irse, pero Rodolfo la detiene diciendo que no abandonará su relación. Ella se desnuda y tienen relaciones sexuales.

Esa noche, bajan al comedor del hotel, donde hacen planes para irse de vacaciones como pareja. El teléfono de Rodolfo sigue sonando pero él no contesta. Gloria le pide que le enseñe el teléfono y lo deja caer en la sopa. Él recupera su teléfono y se excusa de la mesa, lo que Gloria supone que es para usar el baño de hombres. Rodolfo no vuelve. Una alterada Gloria se dirige al bar y bebe mucho, lo que la lleva a una noche salvaje en el casino, luego en la discoteca, por las calles de la ciudad, y se despierta con una terrible resaca en la playa a la mañana siguiente. Cuando la recepcionista del hotel le dice que Rodolfo se ha marchado con sus cosas y que la habitación ya no está disponible, llama a su asistenta, Victoria, para que venga a buscarla. Regresan a Santiago en autobús varias horas después.

De vuelta a casa, Rodolfo hace numerosos intentos de llamar a Gloria a su casa sin éxito. Gloria recupera una de las pistolas de pintura de Rodolfo de su cubo de basura y la mete en su coche. Conduce hasta su casa y salpica la fachada de su casa con bolas de pintura verdes antes de disparar a Rodolfo en la ingle cuando intenta entrar en la casa mientras lleva la compra. Su familia sale corriendo horrorizada y grita obscenidades a Gloria, que vuelve a su coche y se aleja a toda velocidad. Se dirige a la boda a la que tenía previsto asistir, pero llega a mitad de la recepción. Sus amigos le expresan su gratitud y le dicen que disfrute de la fiesta. A pesar de rechazar varias invitaciones a bailar, Gloria se levanta cuando el DJ pone su tema, Gloria de Umberto Tozzi, y se lanza a la pista de baile, dejándose llevar por la música.