Jackson Maine es un famoso cantante y compositor con un historial de abuso de sustancias que solo conocen aquellos más cercanos a él.

Una noche en un bar, conoce a Ally, quien también escribe sus propias canciones, pero nunca se le ha dado una oportunidad en el mundo de la música.

Jack se enamora de Ally y la invita a unirse a él en uno de sus conciertos para cantar una canción que ella escribió "Shallow".

Aunque un poco reticente, Ally deja su trabajo y acude al show de Jack donde interpretan la canción. Se convierte en un éxito, y Ally se hace viral.

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Ally es contratada por el productor discográfico Rez Gavron, y su carrera comienza a despegar.

Mientras tanto, Jack la apoya mientras sigue lidiando con su consumo de alcohol y sus pastillas. Se pone tan mal que se humilla a sí mismo y a Ally durante la ceremonia de los Grammy, cuando ella gana un premio. Está tan borracho que se mea encima delante de todo el público.

Jack ingresa en un centro de rehabilitación. Mientras Ally se está preparando para salir de gira, Rez le ordena a Jack que se mantenga alejado de Ally porque solo hará más daño a su carrera.

Ally planea pasar más tiempo con su marido y cancelar su gira europea.

Invita a Jack a cantar con ella en su último concierto.

Jack, en cambio, a la hora de ir al concierto se mete en su coche coge sus pastillas y se suicida ahorcándose en el garaje.

La película acaba con una gala en homenaje a Jack, donde Ally canta una canción que él escribió pero que nunca llegó a cantar llamada "I'll Never Love Again".