En 1944, Hannibal Lecter, de ocho años, vive en el Castillo de Lecter, en Lituania. La invasión alemana de la Unión Soviética convierte la región del Báltico en parte del frente más sangriento de la Segunda Guerra Mundial. Lecter, su hermana pequeña Mischa y sus padres viajan al pabellón de caza de la familia en el bosque para eludir el avance de las tropas alemanas. Después de tres años, los nazis son finalmente expulsados de los países que pronto serán reocupados por la Unión Soviética. Durante su retirada, destruyen un tanque soviético que se había detenido en la cabaña de la familia Lecter en busca de agua. La explosión mata a todos menos a Lecter y Mischa. Sobreviven en la casa de campo hasta que cinco antiguos milicianos lituanos, dirigidos por un colaborador nazi llamado Vladis Grutas, la asaltan y la saquean. Al no encontrar ningún otro alimento en el frío invierno del Báltico, los hombres miran amenazadoramente a Lecter y Mischa.

En 1952, Lituania está bajo dominio soviético y el castillo de Lecter ha sido convertido en un orfanato, que también alberga a Hannibal. Tras enfrentarse violentamente a un matón, Lecter se escapa del orfanato a París para vivir con su tía viuda, Lady Murasaki. Durante su estancia en Francia, Lecter prospera como estudiante. Comete su primer asesinato como adolescente, matando a un carnicero local que insulta a su tía. El inspector Pascal Popil, un detective francés que también perdió a su familia en la guerra, sospecha de él. Gracias en parte a la intervención de su tía, que deja la cabeza del carnicero en la verja de la comisaría durante el interrogatorio de Lecter, éste se libra de la responsabilidad del crimen.

Con el tiempo, Lecter se convierte en la persona más joven admitida en la facultad de medicina de Francia. Trabaja en París, donde le dan un trabajo de preparación de cadáveres. Un día, Lecter es testigo de cómo un criminal de guerra condenado recibe una inyección de tiopental sódico, lo que le permite recordar detalles sobre sus crímenes de guerra. En consecuencia, en un intento de recordar los nombres de los responsables de la muerte de su hermana, Lecter se inyecta a sí mismo la solución. Su posterior flashback revela a los hombres que habían matado a Mischa y que también la habían canibalizado. Lecter regresa a Lituania en busca de los restos de su hermana. Excava las ruinas de la cabaña donde murió su familia y, al encontrar los restos de Mischa, le da un entierro adecuado. También desentierra las placas de los desertores que mataron a su hermana. Uno de ellos, Enrikas Dortlich, lo ve llegar al campo e intenta matarlo pero es incapacitado por Lecter. Después de enterrar los restos de Mischa, Lecter obliga a Dortlich a revelar el paradero del resto de su banda, y luego decapita a Dortlich con una polea tirada por un caballo. La sangre de Dortlich salpica la cara de Lecter, que la lame.

A continuación, Lecter visita el restaurante de otro de los soldados, Petras Kolnas, en Fontainebleau. Encuentra a su hija pequeña y se fija en el brazalete de Mischa que lleva. Le da la placa de identificación de Kolnas. El asesinato de Dortlich pone al resto del grupo en alerta y, debido a la similitud con el primer asesinato, coloca a Lecter bajo nuevas sospechas de Popil. Grutas, ahora traficante de sexo, envía a un segundo miembro del grupo, Zigmas Milko, para que lo mate. Lecter mata a Milko en su lugar, ahogándolo en productos químicos para embalsamar dentro de su laboratorio. A continuación, Popil intenta disuadirle de dar caza a la banda. Durante un enfrentamiento con Lady Murasaki, ella le ruega que no se vengue. Él se niega, alegando que le hizo una promesa a Mischa. Entonces ataca a Grutas en su casa, pero éste es rescatado por sus guardaespaldas.

Grutas secuestra a Lady Murasaki y llama a Lecter, utilizándola como cebo. Lecter reconoce el sonido de los pájaros de Kolnas de su restaurante en el fondo. Lecter va allí y juega con las emociones de Kolnas amenazando a sus hijos. Kolnas da la ubicación del barco de Grutas, pero Lecter lo mata cuando Kolnas va a por la pistola de Lecter. Lecter va a la casa flotante y encuentra a Grutas agrediendo a Lady Murasaki. En un enfrentamiento final, Grutas afirma que Lecter también había consumido a su hermana en el caldo que le daban los soldados, y que los estaba matando para mantener este hecho en secreto. Enfurecido por la revelación, Lecter destripa a Grutas grabando repetidamente la inicial de su hermana en su cuerpo. Lady Murasaki, finalmente perturbada por su comportamiento, huye de él incluso después de que le diga que la ama. La casa flotante es incinerada, pero Lecter, dado por muerto, emerge del bosque. A continuación, da caza al último miembro del grupo, Grentz, en Melville, Canadá, antes de partir hacia los Estados Unidos.