Heli es un joven que trabaja en una fábrica de montaje de coches; vive con su padre, que también trabaja allí, su mujer Sabrina, su hijo pequeño Santiago y su hermana Estela, de 12 años. Su vida es normal, lenta y sin perspectivas económicas, y sufre una relación problemática con su mujer.

Se revela que Estela tiene una relación con Beto, un cadete que a los 17 años es mucho mayor que ella. Estela, a pesar del entusiasmo de Beto por mantener relaciones sexuales, se mantiene firme en su rechazo, por miedo a quedarse embarazada. Beto le propone casarse y huir juntos. Para ello, planea vender unos paquetes de cocaína robados que un general corrupto sacó en secreto de un alijo que el ejército confiscó y quemó en un acto oficial. Beto esconde la droga en la casa de Heli con el consentimiento de Estela hasta la venta. Sin embargo, Heli descubre el asunto y reprende a su hermana, encerrándola en su habitación, después de deshacerse secretamente de la droga en un pozo de agua aislado para el ganado.

Más tarde, esa misma noche, unos policías federales irrumpen en la casa de Heli, matando al padre de éste cuando intenta defenderse pensando que los estaban asaltando. Los agentes se llevan a Heli y Estela por la fuerza (Sabrina y su hijo no están presentes en ese momento) y con un Beto muy golpeado intentan encontrar la cocaína robada. Cuando descubren que Heli ha destruido el paquete, los policías abandonan el cuerpo del padre de Heli en la carretera y se dirigen a una casa de seguridad donde los traficantes torturan duramente a Beto golpeándolo con palos de madera y prendiéndole fuego a los testículos. A Heli le perdonan la vida, pero a Estela se la llevan a otro sitio. Los traficantes cuelgan el cuerpo de Beto de un puente peatonal, lo que lo mata, dejando a una Heli malherida en el lugar.

Heli consigue volver a casa andando y la policía local, al enterarse del incidente, ayuda a Heli a curarse y a encontrar el cuerpo de su padre. Más tarde toman el testimonio de Heli; sin embargo, la policía supone que Heli y su padre están involucrados en el tráfico de drogas y deciden no ayudarles porque Heli, conmocionado y asustado por la situación, no está dispuesto a contar lo sucedido ni a firmar ningún testimonio por escrito por miedo a que le inculpen a él o a su padre como delincuentes.

Heli tiene que lidiar con los traumas infligidos por estas experiencias y con la corrupción de la policía, mientras que su mujer comienza a distanciarse de él debido al comportamiento errático e incluso violento que empieza a mostrar. Tras volver a trabajar en la fábrica de montaje de automóviles, Heli se distrae en el trabajo y acaba siendo despedido. Además, Heli ve un reportaje en el que aparecen decapitados los policías federales que los secuestraron. La detective asignada a su caso, tras enterarse de que Estela era la novia de Beto, afirma que el expediente del caso está cerrado, y le hace insinuaciones sexuales a Heli, que al principio son correspondidas pero finalmente rechazadas.

Estela vuelve a casa, traumatizada hasta el punto de perder el habla y embarazada más allá de lo que legalmente puede abortar. Heli y Sabrina la consuelan, y Estela dibuja un mapa del lugar donde fue retenida y violada. Heli va allí y mata al hombre que vive allí. Aparentemente aliviado de parte del trauma, vuelve a casa y hace el amor con su mujer con éxito, mientras Estela duerme tranquilamente con su sobrino.