Tae-suk (Jae Hee) es un solitario que se desplaza en su moto, pegando menús de comida para llevar en las cerraduras de las puertas de entrada y entrando en los apartamentos en los que no se han quitado los menús[2]. Cuando irrumpe en una casa grande, no es consciente de que le vigila un ama de casa maltratada y ex modelo, Sun-hwa (Lee Seung-yeon). Tae-suk se marcha tras establecer contacto visual con Sun-hwa, pero luego regresa. Es testigo de cómo el marido de Sun-hwa, Min-gyu, la maltrata y procede a llamar su atención practicando golf en el patio. Le da una paliza a Min-gyu con pelotas de golf y luego se va con Sun-hwa.

Tae-suk y Sun-hwa comienzan una relación silenciosa, moviéndose de un apartamento a otro, con Tae-suk practicando ocasionalmente el golpeo de las pelotas de golf haciendo agujeros en ellas, insertando una cuerda a través de los agujeros y asegurando las cuerdas con un nudo alrededor de las bases de los troncos de los árboles. En una casa, después de beber, son sorprendidos por los propietarios que regresan, durmiendo en su cama y con el pijama puesto. El dueño de la casa, un boxeador, golpea repetidamente a Tae-suk. Más tarde, Tae-suk practica el golpeo de una pelota de golf atada a un árbol, y la pelota se desprende de su cuerda, atravesando el parabrisas de un coche cercano y golpeando brutalmente al pasajero del coche en la cabeza. Tae-suk, inundado de culpa, es consolado por Sun-hwa.

La noche siguiente, Tae-suk y Sun-hwa entran en un hanok, donde se sientan tranquilamente, beben té y comparten un beso. Más tarde entran en un apartamento donde descubren el cadáver de un anciano. Proceden a darle un entierro adecuado. Al día siguiente, el hijo y la nuera del anciano llegan al apartamento y suponen que Tae-suk y Sun-hwa lo han matado. Tae-suk y Sun-hwa son detenidos e interrogados por la policía, pero permanecen en silencio. La cámara de Tae-suk es confiscada y se contacta con los propietarios de las casas que aparecen en las fotos de la cámara. La policía se entera de que no han robado nada en ninguna de las casas, y una investigación revela que el anciano murió de cáncer de pulmón. Min-gyu llega para llevar a Sun-hwa a casa y soborna al policía encargado de la investigación para que le permita golpear a Tae-suk con pelotas de golf. Tae-suk acaba atacando al policía y es enviado a la cárcel. Allí, practica el golf con un palo y unas pelotas imaginarias y desarrolla sus dotes de sigilo y ocultación, frustrando a sus carceleros al permanecer fuera de la vista.

Tae-suk sale de la cárcel y Min-gyu se prepara por si vuelve a por Sun-hwa. Gracias a su mayor sigilo, Tae-suk es capaz de reunirse con Sun-hwa en su casa, utilizando sus habilidades para evadir la detección de Min-gyu. Sun-hwa parece decir "te quiero" a Min-gyu y le abraza, pero besa a Tae-suk por encima de su hombro. Cuando Min-gyu se va de viaje de negocios, Sun-hwa y Tae-suk están juntos en una balanza. Entonces aparece un texto que dice: "Es difícil saber si el mundo en el que vivimos es una realidad o un sueño".