Cuatro amigos, Scott, Carter, Mike y Justin, van a Las Vegas para la despedida de soltero de Scott antes de casarse con una chica llamada Amy.

Mientras están allí conocen a dos chicas, Nikki y Kendra, y terminan involucrándose con el Club de Caza de Élite (los chicos malos de las dos primeras películas), que ahora operan en un hotel abandonado en medio de la nada, muy lejos de la franja de Las Vegas.

Después de una salvaje noche de fiesta, Mike y Nikki son hechos prisioneros, y terminan siendo torturados hasta la muerte (a él le arrancan la cara y a ella le meten cucarachas por la garganta). Esta vez, el juego se hace con gente rica que apuesta por el método de matar, el tiempo que tarda una persona en morir, y cómo rogarán por sus vidas.

Cuando los demás van en busca de sus amigos, también terminan siendo capturados, y Justin es el siguiente en morir, a tiros con una ballesta.

Se revela que Carter es un miembro de la EHC. Él orquestó todo esto por celos de que Scott se casara con la chica que quería. Mientras se prepara para torturar a su antiguo amigo, Scott es liberado como parte del juego. Golpea severamente a Carter y se las arregla para escapar.

Mientras tanto, un turista croata que había sido capturado antes en la película también se las arregla para escapar. Mata a algunos guardias y corta la electricidad antes de ser derribado.

Flemming, el hombre a cargo de toda la operación, activa una bomba en el edificio y huye. Un Carter todavía vivo lo mata y escapa, pero no antes de encerrar a Scott dentro del edificio. Queda atrapado en la explosión.

Carter vuelve a casa con la prometida de Scott, listo para ocupar el lugar de su amigo, pero resulta que Scott sobrevivió a la explosión (aunque con muchas cicatrices). Él y Amy empiezan a torturar a Carter hasta la muerte con un herbicida cuando la película termina.