Varios estudiantes de secundaria en una fiesta de disfraces hablan de la leyenda urbana local sobre una atracción de Halloween difícil de encontrar que ofrece a los clientes la devolución del dinero por cada piso que puedan completar. Supuestamente, la casa es tan aterradora que nadie ha llegado hasta el final.

Ryan convence a sus amigos Nate, Melanie y Amber para que vayan a buscar la casa con él. Cuando la encuentran, ven que la única persona que está cerca es un extraño encargado de taquilla con maquillaje de esqueleto que ofrece entrada gratis.

Melanie es la primera en darse cuenta de que hay algo raro en la casa encantada cuando encuentra una foto suya de niña con su tío sexualmente abusivo. A medida que la progresión a través de cada habitación se vuelve gradualmente más extraña, los cuatro adolescentes comienzan a preguntarse si deben continuar, pero no encuentran ninguna manera de salir.

Amber es la primera en desaparecer. Termina atrapada en una mesa de operaciones mientras es atormentada por sus padres por su promiscuidad sexual y un embarazo no planeado.

Ryan se separa del grupo. Se ve obligado a enfrentarse a su reprimida homosexualidad antes de ser agredido por sus amigos y familiares por ser gay.

Nate es torturado por las visiones de un hombre que mató mientras conducía borracho. Melanie se ve obligada a enfrentarse a los recuerdos de su tío antes de escapar de la casa. Melanie y los demás se suben al coche del sheriff y se preparan para salir de la Casa del Purgatorio. Melanie mira por la ventana y se ve a sí misma y a los demás como estaban cuando llegaron a la atracción. Los otros desaparecen del vehículo cuando Melanie se da cuenta de que está atrapada en el Purgatorio.

Respondiendo a una llamada telefónica anterior, las amigas de Melanie, Trish y Megan, llegan al lugar con otro chico. Sin embargo, no pueden encontrar a sus amigos ni ninguna señal de que la Casa del Purgatorio haya estado allí.