Final de In Darkness
(2011)
Final de In Darkness (2011)
Título original: In Darkness
Sinopsis
Es 1943, la ciudad polaca de Lvov está ocupada por los nazis. La pobreza crece. Un día el ladrón y egoísta Leopold Socha se encuentra con un grupo de refugiados judíos y los oculta junto al dinero en el laberinto de las alcantarillas de la ciudad. En un primer momento sólo está interesado en el negocio lucrativo, pero poco a poco duda de su cometido. Finalmente arriesga su propia vida por los refugiados...
Agnieszka Holland
Director
David F. Shamoon
Escritor
Jolanta Dylewska
Fotógrafo
Steffen Reuter
Productor
Reparto principal

Robert Więckiewicz

Benno Fürmann

Agnieszka Grochowska

Maria Schrader

Herbert Knaup

Marcin Bosak
Como acaba In Darkness
Polonia 1943, bajo la ocupación nazi: Leopold Socha, trabajador de las alcantarillas y ladrón de poca monta, se dedica a realizar pequeños robos y trucos, junto con su colega de confianza Szczepek Wróblewsk, para asegurar su supervivencia y la de su familia. Su amigo Bortnik, un oficial ucraniano, le ofrece la promesa de una vida mejor: lo único que tiene que hacer Socha es encontrar a los judíos que se esconden en las alcantarillas. Al fin y al cabo, nadie conoce mejor que él y Szczepek el pozo de la alcantarilla, que utilizan para esconder el botín. Pronto Socha y Szczepek se encuentran con un grupo de judíos que quieren esconderse en las alcantarillas para intentar escapar de la inminente redada del gueto. Los fugitivos le ofrecen dinero a cambio de protección. Aunque Socha es plenamente consciente de que ayudar a un judío podría significar la ejecución inmediata para él y su familia, ve la propuesta como una forma de conseguir dinero fácil, así que llega a un acuerdo.
En el grupo de Mundek, Marguiles no se fía en absoluto de él, pues teme que Socha pueda denunciarles por compensación. Sin embargo, cuando los nazis patrullan, Socha ayuda a los judíos, incluidos dos niños, a refugiarse en las alcantarillas. Comienzan las dificultades para Socha, que tiene que disipar las sospechas de Bortnik, cada vez más convencido de que su amigo tiene un secreto. También Szczepek, tras una agria discusión con su amigo y sin poder soportar más la presión, decide abandonar a Socha, antes que correr el riesgo de ser fusilado. Socha sopesa la situación: por un lado el dinero (insuficiente) que recibe, por otro la amenaza de una muerte segura para él y su familia. Abrumado por la presión, al igual que Szczepek, decide abandonar al grupo a su suerte. Sin embargo, se producen dos episodios totalmente inesperados: Socha ayuda a los dos niños que se habían perdido en las alcantarillas a volver a su escondite y reunirse con su familia; y salva la vida de Mundek ayudándole a matar a un miliciano alemán, que le había sorprendido infiltrándose en el grupo de deportados de Janowska, por lo que se da cuenta de que no puede abandonar a estas personas. El acto heroico de Socha de matar al soldado cuesta el ahorcamiento de diez polacos inocentes, incluido su amigo Szczepek. Socha lamenta la pérdida de su amigo y llora su muerte.
Las pruebas para Socha y el grupo son implacables. El nuevo compañero de trabajo de Socha consigue encontrar el escondite del grupo de judíos y se apresura a denunciarlos. Socha se ve obligado a hacer que el grupo cambie su escondite a otro conducto de alcantarillado, justo debajo de una iglesia cristiana. Chaja se ve obligada a dar a luz allí con trágicas consecuencias.
Mundek se enamora de la joven y decidida Klara y, sin alertar a sus camaradas, decide colarse en Janowska, donde está la hermana de su amada, y liberarla. Con la ayuda de Socha, consigue escabullirse, pero no logra convencer a la chica para que huya con él. Luego regresa decepcionado con Klara, quien, preocupada por su ausencia, acepta la decisión de su hermana y finalmente le devuelve el amor.
El día de la comunión de la hija de Socha, una repentina y devastadora inundación anega las alcantarillas, convirtiendo el escondite judío en una trampa mortal. Hacia el final de la ceremonia, Socha se separa de su familia para ir en ayuda de sus amigos, pero se topa con un grupo de milicianos, entre los que se encuentra Bortnik, que es enviado a buscar en las alcantarillas con él. Aquí descubre la traición de su amigo y le amenaza a punta de pistola, pero Socha consigue escapar mientras Bortnik es arrastrado por el agua y más tarde muere tras un golpe en la cabeza. Los judíos sobreviven milagrosamente al ahogamiento y consiguen permanecer ocultos hasta la llegada del Ejército Rojo. La película termina con Socha, su familia y el grupo de judíos celebrando el fin de la guerra.
Una inscripción antes de los créditos dice que en 1978 Yad Vashem reconoció a Leopold Socha como Justo entre las Naciones. Socha murió en 1946 intentando salvar a su hija de ser atropellada por un vehículo militar ruso fuera de control. Durante el funeral apareció una inscripción en las paredes: "Este es el castigo de Dios por ayudar a los judíos". Y el director concluye la película escribiendo: "Como si necesitáramos un Dios para castigarnos".