Varios años antes de la aparición de los Lambert, la adolescente Quinn Brenner se reúne con la demonóloga retirada Elise Rainier. Elise accede a regañadientes a intentar contactar con el espíritu de la madre de Quinn, Lily, que murió un año antes. Sin embargo, Elise insta a Quinn a no intentar contactar con su madre de nuevo tras percibir una fuerza malévola. Después de una audición para una escuela de artes escénicas, Quinn ve una misteriosa figura que la saluda desde la distancia en la calle. Distraída, es atropellada por un coche y se rompe las dos piernas.

Ahora, atrapada en su casa con su padre Sean y su hermano Alex, Quinn comienza a experimentar fenómenos paranormales cada vez más inquietantes, incluyendo visiones de un espíritu oscuro que lleva una máscara de oxígeno conocido como el "Hombre que no puede respirar", la misma figura que causó su accidente. Una de las vecinas de Quinn, una anciana con demencia que anteriormente le había dicho varias cosas confusas y crípticas sobre el "Hombre que no puede respirar", fallece.

Sean se reúne con Elise, que al igual que él también está de duelo tras la muerte de su marido Jack, e intenta convencerla de que ayude a su hija. Elise se niega, afirmando que sus anteriores visitas al oscuro mundo espiritual del "Más allá" le hicieron ver que un espíritu maligno la persigue. Sin embargo, su amigo y antiguo colega Carl la convence para que siga utilizando su habilidad espiritual, después de que él le recuerde su exitoso caso con Josh Lambert en 1986, y afirmando que ella es más fuerte que cualquier espíritu o demonio porque ella está viva y ellos no.

Ante la negativa de Elise, Alex sugiere a Sean que recurra a los presuntos demonólogos Specs y Tucker, que han creado un grupo de seguidores en Internet. Durante su investigación, Quinn es poseída brevemente por el "Hombre que no puede respirar", rompe sus aparatos ortopédicos e intenta atacar a Sean, Specs y Tucker. Sean se da cuenta de que Specs y Tucker son unos farsantes y se prepara para echar al dúo hasta que llega Elise. Deduciendo que el objetivo del espíritu oscuro es atraer a las víctimas potenciales a "El Más Allá" para poder comer su fuerza vital, Elise decide entrar en el mundo espiritual, y reclama la ayuda de Specs y Tucker.

Elise entra en "El Más Allá" y tiene una breve lucha con el espíritu maligno que la persigue (una misteriosa "Novia de Negro"), antes de descubrir el espíritu de Jack. Jack comienza a animar a Elise a suicidarse para que puedan reunirse. Elise se da cuenta de que Jack es en realidad el "Hombre que no puede respirar" disfrazado y le corta la cara y le ordena que libere a Quinn. Quinn llega arrastrándose por el suelo. Elise empuja al ente, la agarra y corre hacia atrás, pero finalmente es atacada por el ente justo antes de poder escapar de vuelta al mundo físico. Elise consigue dominar al ente y se lleva a Quinn de vuelta y entra en el mundo real, antes de que el espíritu se apodere de ella. Elise se da cuenta de que Quinn tiene que derrotarlo por su cuenta. Aunque al principio Quinn está en desventaja, Elise recibe un mensaje de la vecina recientemente fallecida: Lily había dejado a Quinn una carta para que la leyera antes de graduarse en el instituto, pero Quinn nunca la encontró. El espíritu de Lily aparece de repente en el Further y la ayuda a derrotar al "Hombre que no puede respirar". Elise da unas palabras de despedida a la familia, incluyendo palabras de ánimo del espíritu de Lily. Se va con Specs y Tucker, y los tres acuerdan formar una sociedad.

Elise llega a casa feliz de poder seguir con su trabajo, pero entonces su perro ladra a lo que parece ser un fantasma. De repente, un demonio con la cara roja aparece detrás de ella sin darse cuenta.