27 años después de que el Club de los Perdedores derrotara al payaso Pennywise, este resurgió y comenzó a reclamar más víctimas.

Mike Hanlon, que nunca abandonó la ciudad de Derry, se da cuenta del regreso de IT y llama a Bill Denbrough, Ben Hanscom, Beverly Marsh, Richie Tozier, Stanley Uris y Eddie Kaspbrak para que regresen. Todos los perdedores regresan a casa, excepto Stanley, que se suicida porque sabe que no puede enfrentar a Pennywise nuevamente.

Mike les dice a los perdedores que pueden matar a Pennywise para siempre realizando un antiguo ritual utilizando artefactos de su infancia. Los Perdedores se separan y van recorriendo Derry para recuperar sus efectos personales, todo mientras Pennywise intenta volver a sus cabezas y atormentarlos.

Mientras tanto, el psicópata Henry Bowers escapa de una clínica mental para matar a los Perdedores, pero Richie lo mata antes.

Bill no puede salvar a un niño de ser víctima de Pennywise, por lo que él y sus amigos se preparan para matarlo de una vez por todas. El ritual resulta ser un fracaso, y Pennywise adquiere su verdadera forma monstruosa para matar a los Perdedores.

Superan sus miedos y se defienden, pero Pennywise hiere fatalmente a Eddie. Los Perdedores hacen creer a Pennywise que es pequeño e impotente, y le arrancan el corazón y lo destruyen.

Los perdedores se separan una vez más y vuelven a sus vidas, ahora menos asustados que antes.

Ben y Bev comienzan una relación, mientras que Richie, que estaba enamorado de Eddie, honra su memoria.

Bill lee una carta que Stanley envió a todos en la que dice que murió para darles a los perdedores una mejor oportunidad de luchar contra IT, ya que sabía que tenía demasiado miedo para conseguirlo. Mike también termina dejando Derry por primera vez para ir a ver el mundo.