La embarazada Jessabelle "Jessie" Laurent (Sarah Snook) está a punto de mudarse a la casa de su prometido, Mark (Brian Hallisay), cuando el coche de ambos es atropellado por un camión justo en el momento en el que están dando marcha atrás desde la entrada, matando a Mark y provocando el aborto de Jessie. Dos meses después, Jessie, que ahora utiliza una silla de ruedas, se muda con su padre, Leon (David Andrews), del que está separada, a St. Francisville, Luisiana, donde reside en la antigua habitación de su madre. Su madre, Kate, murió a causa de un tumor cerebral poco después de que ella naciera, y Leon la dejó para que la criara su tía.

Un día, Jessie encuentra una caja que contiene cuatro cintas de vídeo grabadas por Kate (Joelle Carter). Dirigiéndose a Jessie por su nombre completo, la felicita por su 18º cumpleaños y le hace una lectura de tarot sobre la Muerte que habla de una transición, enseñada a ella por una amiga que conoció en una iglesia local. Kate le advierte de que una presencia no deseada persigue a Jessie, una lectura que resulta ser cierta, ya que Jessie siente que una mujer demacrada de pelo negro (Amber Stevens) la persigue desde que se mudó de nuevo a la casa de su padre. Jessie también tiene un sueño vívido en el que es atada a una cama por su madre y es testigo de la realización de un ritual vudú, en el que la sangre que fluye hacia un respirador la ahoga. Leon intenta repetidamente disuadir a Jessie de ver las cintas rompiendo la primera y tirando la silla de ruedas de Jessie al pantano.

Un día, Jessie tiene un encuentro aterrador en la bañera con la misma mujer durante una sesión de fisioterapia. Tras subir a Jessie a la vieja silla de ruedas de Kate, Leon coacciona a su fisioterapeuta para que abandone la casa. Después de decirle a Jessie que la Kate de las cintas no es su madre debido a los tumores que tenía, Leon intenta quemar todas las cintas, pero una fuerza sobrenatural lo quema vivo dentro del cobertizo del patio.

Durante el funeral de Leon, Jessie se reencuentra con su amigo del instituto, Preston Sanders (Mark Webber), pero se desmaya al ver a un hombre gravemente quemado (Vaughan Wilson). Después de que Preston se marche de atender a Jessie, ésta ve la tercera cinta, que se centraba en Leon y Kate en una excursión y en su fiesta de Navidad con el anuncio del embarazo de esta última, y la cuarta cinta, en la que se centraba en las lecturas del tarot predichas y en Kate gritando con lágrimas en los ojos "¡Estás muerto!" antes de que se cortara la grabación. Después de ver la cinta, Jessie se da cuenta de la mujer que está detrás de ella en el espejo. El espejo se rompe y Jessie descubre un pequeño compartimento secreto que contiene una cinta (que no se encontraba en la caja) sin etiqueta que opta por no ver. Al día siguiente, Jessie y Preston se dirigen a un pantano cercano, del que Jessie sospecha desde que observó que aparecían luces y llamas brillantes. Los dos descubren iconos y efectos de vudú, así como una tumba de "Jessabelle" con el esqueleto de un bebé, fechado en el cumpleaños de Jessie, que entregan al sheriff Pruitt (Chris Ellis) para que realice pruebas de ADN. A continuación, Jessie y Preston visitan la casa de la señora Davis (Fran Bennett), la madre de uno de sus amigos y antigua cocinera de la familia Laurent, que habla de Moses Harper, el mencionado amigo de Kate de su iglesia mencionado en la segunda cinta. Pensando que Moses puede estar involucrado en los sucesos sobrenaturales, las dos se dirigen al santuario vudú de Moses en una iglesia en ruinas, pero son atacadas por un grupo de hombres que las obligan a marcharse.

Los dos regresan a la casa de Jessie, donde Preston confiesa que, a pesar de estar casado, está enamorado de Jessie. Preston le ofrece a Jessie vivir con su madre, lo que ella acepta. Justo antes de que Jessie pueda terminar de empacar, Preston es atacado por la mujer fantasma y queda inconsciente.

Ahora que se ha quedado sola, Jessie lleva a cabo un ritual para invocar a la mujer. Tras el ritual, Jessie es llamada por Pruitt, que le informa de que el bebé era hija de Kate, pero no de Leon. Pone la cinta en blanco en la que se presenta a Kate lanzando un encantamiento vudú sobre una niña blanca recién nacida y suicidándose a tiros, no sin antes gritar entre lágrimas que Jessabelle y su padre Moses están muertos, intentar asfixiar a la niña con una almohada y cambiar de opinión para realizar el encantamiento. Jessie se enfrenta al espíritu de Kate y se da cuenta de la verdad que su "padre" le estaba ocultando: las cintas de vídeo grabadas eran para Jessabelle, que era la hija de Kate y Moses, producto de un romance interracial en la misma iglesia mencionada en la segunda cinta. Jessabelle fue asesinada la noche de su nacimiento, junto con su padre, por León. Esa noche, Leon regañó a Kate por serle infiel, cogió a Jessabelle de la cuna y le partió la columna vertebral por la mitad. Después de que Kate se lamentara mientras sostenía el cuerpo ahora sin vida de su hija, Leon empujó al pantano un cochecito de bebé que llevaba su cuerpo sin vida y una muñeca de porcelana en su interior, lastrándolo con piedras para evitar que saliera a la superficie. Después, Leon se dirigió a la iglesia de Kate y Moisés, donde disparó a Moisés y prendió fuego al edificio, dejando a Moisés por muerto en la iglesia en llamas. Jessie se da cuenta de que ella es la presencia no deseada, al ser la niña blanca recién nacida adoptada por León esa misma noche para encubrir los asesinatos.

Jurando venganza, Kate y Moses planean transferir el espíritu de Jessabelle a Jessie. Jessie es empujada por los espíritus de Kate y Moses hacia el pantano y se adentra en él, donde el espíritu birracial de Jessabelle nada y toma el brazalete de su madre, resurgiendo de nuevo en el mismo cuerpo físico blanco de Jessie. Preston salta para salvarla y ella le besa y le pide que la lleve a casa. Cuando Pruitt le pregunta a la "señorita Laurent" si está bien, ella responde "Es Jessabelle".