Final de Jo, ¡qué noche!
(1985)Final de Jo, ¡qué noche! (1985)
"¿Cuál es la peor noche que has tenido...?"
Título original: After Hours
Sinopsis
Al finalizar su jornada laboral, un solitario empleado de una compañía de informática (Griffin Dunne) se ve envuelto en una serie de extrañas circunstancias que le llevan a uno de los peores barrios de Nueva York. Allí, vivirá una interminable y alocada noche...
Martin Scorsese
Director
Joseph Minion
Escritor
Griffin Dunne
Productor
Reparto principal
Griffin Dunne
Rosanna Arquette
Verna Bloom
Tommy Chong
Linda Fiorentino
Teri Garr
Como acaba Jo, ¡qué noche!
Después de un aburrido día en el trabajo, Paul Hackett, un empleado de entrada de datos en una computadora, entabla conversación con una desconocida llamada Marcy Franklin en una cafetería de la ciudad de Nueva York. Marcy le cuenta que vive en SoHo con una escultora llamada Kiki Bridges, quien hace y vende pisapapeles de yeso en forma de bagels de queso crema, y le deja su número.
Más tarde esa noche, después de llamar al número bajo el pretexto de comprar un pisapapeles, Paul toma un taxi hacia el apartamento. En el camino, su billete de $20 se vuela por la ventana del taxi, dejándolo solo con algo de cambio, para incredulidad del taxista. En el apartamento, Paul conoce a Kiki, quien está trabajando en una escultura de un hombre gritando, que él compara con *El Grito* de Edvard Munch. Paul husmea entre las pertenencias de Marcy y descubre varios objetos que sugieren que Marcy está desfigurada por quemaduras; esto, junto con su comportamiento cada vez más extraño, lo lleva a abandonar la cita.
Paul intenta regresar a casa en metro, pero la tarifa ha subido a la medianoche, y ya no puede pagarla después de haber perdido los $20. Va a un bar donde Julie, una mesera, se enamora inmediatamente de él. En el bar, Paul se entera de que ha habido una serie de robos en el vecindario. El camarero, Tom Schorr, se ofrece a darle dinero para una ficha de metro, pero no puede abrir la caja registradora del bar. Intercambian llaves para que Paul pueda ir al apartamento de Tom a buscar la llave de la caja registradora.
Paul ve a dos ladrones, Neil y Pepe, con la escultura del hombre de Kiki. Después de confrontarlos, huyen, dejando caer la escultura. Cuando Paul devuelve la escultura al apartamento de Kiki y Marcy, Kiki lo anima a disculparse con Marcy. Sin embargo, cuando entra en la habitación de Marcy, descubre que ella se ha suicidado por sobredosis de Seconal. Paul reporta la muerte de Marcy antes de recordar su tarea anterior de devolver las llaves de Tom. Al salir, agarra una nota de Kiki invitándolo a él y a Marcy al Club Berlin.
El bar está cerrado cuando Paul llega, con un cartel que dice que Tom volverá en breve. Paul se encuentra con Julie en la calle, y ella lo invita a su apartamento a esperar a Tom. Paul se siente incómodo por su extraño comportamiento, incluida la acción de dibujarlo mientras conversan. Cuando se va del apartamento, una Julie despechada hace carteles de "se busca" para el ladrón anónimo usando su boceto de Paul. Finalmente regresa al bar, donde Tom recibe una llamada telefónica informándole que su novia se ha suicidado. Paul se va para buscar a Kiki e informarle del suicidio de Marcy. El portero del Club Berlin le niega la entrada porque su peinado no cumple con el código de vestimenta de mohawk, y Paul escapa por poco de varios punks que intentan cortarle el cabello.
De vuelta en la calle, Paul se encuentra con un conductor de un camión de helados Mister Softee llamado Gail, quien lo confunde con el ladrón basándose en los carteles de Julie. Gail y una multitud de vecinos, incluidos Tom, persiguen implacablemente a Paul, quien busca refugio en el club. Privado de sueño, desaliñado y delirando, Paul usa su última moneda para poner la canción "Is That All There Is?" de Peggy Lee en la rocola del club y le pide a una mujer mayor llamada June que baile con él. Después de explicarle su situación, June le ofrece esconderlo en su apartamento debajo del club, donde lo disfraza de escultura con papel maché mientras la multitud registra el club. Después de que la multitud se va, June se niega a quitarle el yeso por miedo a que puedan regresar, y pronto este se endurece, atrapándolo en una posición que se asemeja a la escultura de Kiki. Neil y Pepe entran y roban a Paul, pensando que es la escultura que habían dejado caer en la calle antes, y lo colocan en la parte trasera de su camioneta.
La camioneta acelera hacia el norte y toma una curva cerrada, lo que hace que la puerta trasera se abra. Paul cae al pavimento, con la fuerza del impacto rompiendo el yeso, justo frente a la puerta de su edificio de oficinas. Se sacude el polvo y va a su escritorio, donde la pantalla de su computadora lo recibe.