Josie (Sophie Turner) NO es una estudiante de secundaria que espera que sus padres se reúnan con ella. En realidad, es la hija de 21 años de un hombre que Hank (Dylan McDermott) ayuda a matar como guardia de prisión en el corredor de la muerte.

Josie ha rastreado a todos los guardias por las últimas palabras de su padre, quien sufrió la violencia horrible de cada uno de ellos, ya que disfrutaban del poder que tenían sobre los reclusos.

Josie dice que continuará su búsqueda para matar a los guardias de la prisión que abusan de su poder por malicia. Ella se da cuenta de que Hank muestra remordimiento, perseguido por sus acciones. En última instancia, ella no lo perdona, pero le ofrece una muerte más humana, cortando rápidamente su garganta.

Josie llama a la policía y encuentran el cuerpo de Hank. En el piso estaba el drogado Marcus (Jack Kilmer), un chico local al que sedujo para ser el culpable de su crimen. Marcus es arrestado, y Hank narra desde el más allá que finalmente no siente odio hacia Josie.

Josie es vista por última vez en una carretera del desierto con un nuevo peinado. Se detiene en un bar local y mira a algunos guardias de la prisión. Uno se le presenta y ella le dice que se llama "Francine". Brindan y comienzan a hablar, sin saber que Josie tiene la intención de convertirlo en su última víctima.