Joy (Jennifer Lawrence) ha estado inventando cosas toda su vida, pero nunca ha hecho nada con sus ideas porque estaba demasiado ocupada cuidando a su familia.

Cuando se le ocurre una fregona que se retuerce con una cabeza extraíble, consigue que la nueva novia de su padre financie los costos iniciales, pero tienen que asociarse con un hombre en Texas y usar una planta de fabricación que posee porque presentó una patente para un invento similar creado por un hombre en Hong Kong.

Al principio, nadie quiere venderlo en sus tiendas, pero el ex marido de Joy le presenta a un amigo en común que trabaja en QVC y, después de convencer a Joy, un ejecutivo decide venderlo en directo. Al principio, no se vende y está dispuesta a perderlo todo, pero Joy finalmente exige estar frente a la cámara, ya que conoce el producto mejor que nadie. Se convierte en un éxito, lo que hace que la planta de fabricación suba su precio. Joy vuela a California para negociar y es arrestada después de hacer una escena. Su padre y su novia la rescatan y la animan a declararse en bancarrota.

Después de investigar un poco, Joy se da cuenta de que el hombre de Texas con el que se asoció estaba cometiendo fraude: no informó al inventor del diseño similar sobre su acuerdo, además del hecho de que el diseño terminó siendo completamente diferente al suyo. Joy amenaza con demandar a menos que él disuelva su relación contractual, lo cual hace.

Joy luego se convierte en una gran inventora y comienza su propia compañía, ayudando a otras mujeres que tienen ideas similares para los productos.