Jospehine Leonides (Honor Kneafsey), la joven hija de Magda (Gillian Anderson) cometió ambos asesinatos. Odiaba a su abuelo por su naturaleza cruel hacia ella y sus intentos de acabar con sus sueños de ser bailarina de ballet. Así que lo envenenó e inculpó a su joven viuda Brenda (Christina Hendricks) por el crimen. Luego procedió a fingir su propio intento de asesinato y mató a su niñera cuando empezó a sospechar.

Lady Edith (Glenn Close) descubre la verdad. Enferma terminal sin esperanza de cura, decide asumir la culpa de ambos asesinatos, no sólo para exculpar a la inocente Brenda, sino para ahorrarle a Josephine una vida de escarnio e indignación pública.

Charles Hayward (Max Irons) y Sophia (Stefanie Martini) descubren la horrible verdad e intentan perseguir a Edith y Josephine. Mientras corren hacia una cantera, se dan cuenta del plan de Edith: matar a Josephine y a ella misma en un asesinato-suicidio, para proteger a la familia restante.

Carlos y Sofía sólo pueden ver como el coche se cae por un acantilado, explotando en una bola de fuego. Sophia dice entre sollozos que su familia corrompió a su hermana mientras Charles la consuela, diciéndole que nada de lo que pasó fue culpa suya.

La película termina con una toma de un cuadro de Aristide Leonides. No está claro si la verdad de su asesinato será revelada alguna vez.