Como extraños que se dirigen a diferentes destinos, Elisa, Fabrizio, Riccardo, Mark y Sofía, la novia de Mark, utilizan una aplicación para organizar un viaje compartido en la autocaravana de Fabrizio. Después de que Mark insista en tomar el volante durante un largo tramo en un remoto bosque italiano, Mark y Fabrizio se desvían para evitar una cabra muerta en la carretera y se estrellan contra un árbol.

Cuando se recuperan, todos ven que se han transportado inexplicablemente a un claro que no está cerca de ninguna carretera. Mientras se adentran en el bosque en busca de ayuda, Fabrizio y Riccardo encuentran un altar oculto con efigies de palos y cinco cabezas de cerdo recién decapitadas. El grupo también descubre una cabaña aislada adornada con extrañas pinturas que rinden homenaje a "Los tres caballeros del honor".

Fabrizio cuenta la historia de Osso, Mastrosso y Carcagnosso. Según la leyenda, unos campesinos hambrientos convocaron a estos tres hermanos de otro mundo para que los salvaran de la hambruna. El trío exigió un sacrificio de los ojos, los oídos y la lengua de alguien para reflejar la respectiva falta de vista, oído y habla de cada hermano. Los aldeanos se convirtieron en un culto dedicado al trío.

El quinteto se toma todo como una amenaza contra sus vidas. Fabrizio comenta que todo lo que les ocurre parece sacado de una película de terror clásica.

Suena una sirena. Unos encapuchados que se parecen a los tres hermanos capturan a Mark. Elisa, Sofía, Riccardo y Fabrizio se esconden en el desván de la cabaña, donde encuentran a una chica cautiva llamada Chiara con la lengua arrancada. El grupo observa impotente cómo los enmascarados torturan a Mark antes de arrastrar su cadáver.

Tras establecer un vínculo con la niña, Elisa rescata a Chiara. Todos huyen hacia el bosque y acaban llegando a un claro lleno de vehículos inutilizados que indican la existencia de decenas de víctimas anteriores. Siguiendo la pista de Fabrizio, el grupo regresa a la cabaña, pero descubren que la caravana ha desaparecido. Todos deciden refugiarse en la cabaña para pasar la noche. Elisa se bebe una de las cervezas de Fabrizio y se queda dormida.

Otra sirena despierta a Elisa. Fuera de la cabaña, Elisa ve a los cultistas reunidos en torno a un altar donde los tres hermanos tienen cautivos a Riccardo, Sofía y Chiara. Los hermanos le sacan los ojos a Sofía, le cortan las orejas a Riccardo y luego los degüellan a ambos.

Fabrizio lleva a Elisa al interior de la cabaña. Pensando en la cerveza drogada que bebió, Elisa se pregunta si Fabrizio es un conspirador en lo que está sucediendo. La sospecha de Elisa se confirma cuando oye a alguien hablar con Fabrizio a través de un auricular. Fabrizio se queja de que Elisa ha arruinado su plan antes de que un hombre enmascarado venga a llevársela.

Elisa se despierta clavada en una silla de ruedas en un banquete al aire libre lleno de campesinos. Una mujer se presenta como la madre de todos y afirma que necesita que Elisa muera para poder seguir cuidando de ellos. Elisa ve que está en el "Camping de los Tres Caballeros", que la mujer indica que está dedicado a los tres santos patronos de la mafia. La mujer se aleja con un agente de policía, dejando a Elisa sola con los campesinos que están de fiesta.

Un agricultor lleva a Elisa a una sala de vigilancia donde ve que los distintos decorados que encontró se están revisando en varios monitores. Fabrizio aparece a través de una cámara para revelar que rinde homenaje a los tres fundadores de la mafia convirtiéndolos en iconos de terror a través de las películas que graba. Elisa insulta a Fabrizio criticando su contenido como poco original.

Elisa se libera de los clavos. Al salir de la sala, se encuentra entre una flota de remolques de equipos de cine.

Desde el exterior de uno de los remolques, Elisa escucha a escondidas cómo Fabrizio conspira con Chiara, que se revela como la hermana de Fabrizio que participa en la conspiración, para reeditar la historia en torno a las últimas acciones de Elisa. Cuando Fabrizio contempla la posibilidad de matar a Elisa, Chiara le recuerda que su madre tenía claro que debía mantener a Elisa consciente para su cliente.

Elisa se pone una de las máscaras de los cultistas y ejecuta a Chiara y Fabrizio con una escopeta. Finalmente, Elisa se abre paso a través de una valla perimetral y llega a una playa donde los espectadores, atónitos, utilizan sus teléfonos para grabar a Elisa metiéndose en el agua para lavarse la sangre.

Las imágenes del calvario de Elisa se convierten en una película en Bloodflix. Suponiendo que la película es una ficción redundante, un espectador la califica casualmente de forma desfavorable.