La película se basa en la historia real del escándalo de malversación escolar más grande de nuestro tiempo.

En 2002, en Long Island, Frank Tassone es un superintendente muy querido a quien se le atribuye el éxito de Roslyn High School. Sin embargo, después de que la asistente Pamela Gluckin es declarada culpable de malversación de dinero del presupuesto de la escuela para sus propios gastos y los de su familia, Frank hace todo lo posible por esconderlo debajo de la alfombra para no manchar el buen nombre de la escuela.

Una periodista, Rachel Bhargava, investiga el presupuesto de la escuela, lo que le hace descubrir un rastro que lleva directamente a Frank. Este se da cuenta de su investigación y trata de disuadirla de contar la historia, pero tras ser inspirada por su padre, Rachel convence al jefe del periódico de la escuela para que la ayude a contar la historia del escándalo.

Pronto se descubre que Frank es culpable y es arrestado, junto con Pamela, además de su sobrina y esposo. También se descubrió que Frank estaba teniendo una aventura.

Frank Tassone fue declarado culpable de malversación de fondos y sentenciado a 4-12 años de prisión.

Pamela Gluckin también fue declarada culpable, pero proporcionó pruebas y testimonios que sacaron a su familia de problemas y la dejaron con una sentencia de 3 a 9 años. Robaron un total de 11 millones de dólares del presupuesto de la escuela.