Final de La furia
(1978)
Final de La furia (1978)
"Una experiencia de terror y suspenso."
Título original: The Fury
Sinopsis
Una joven con poderes extrasensoriales intenta ayudar a un desesperado exagente del gobierno (Kirk Douglas) cuyo hijo, también con el mismo don, ha sido secuestrado por una organización que desea utilizar sus facultades paranormales.
Brian De Palma
Director
John Williams
Compositor
Richard H. Kline
Fotógrafo
Frank Yablans
Productor
Reparto principal

Kirk Douglas

John Cassavetes

Carrie Snodgress

Charles Durning

Amy Irving

Fiona Lewis
Como acaba La furia
En Israel, el ex agente de la CIA Peter Sandza y su hijo psíquico Robin conocen a Ben Childress, antiguo colega de Peter en la agencia. Sandza planea dejar su antigua vida y regresar a los Estados Unidos con su hijo, a pesar de las protestas de Childress. Posteriormente, Childress organiza un atentado terrorista para encubrir el secuestro de Robin para su "protección". Peter sobrevive por los pelos, pero es incapaz de proteger a Robin, mutilando a Childress en el intento y escapando gravemente herido.
Meses después, en Chicago, la estudiante de secundaria Gillian Bellaver descubre sus poderes psíquicos, que incluyen la telequinesis y la percepción extrasensorial, durante una demostración en clase. Las manifestaciones incontroladas de estos poderes dañan a las personas que la tocan o provocan físicamente. Se ofrece como voluntaria para asistir al Instituto Paragon, un centro de investigación que estudia los poderes psíquicos de los adolescentes.
Mientras tanto, Peter ha seguido la pista de su hijo hasta Chicago. Tras eludir a los agentes de Childress, Peter se reúne con su novia Hester, una enfermera de Paragon, que le habla de Gillian. Peter le cuenta a Gillian que el director de Paragon está cooperando con PSI, una agencia encubierta dirigida por Childress que secuestra a niños psíquicos para convertir sus poderes en armas para el gobierno americano, manejando y controlando a los psíquicos mediante el lavado de cerebro y la eliminación de sus familias.
A medida que la destreza psíquica de Gillian crece, comienza a experimentar visiones del abuso de Robin a manos del Instituto, y de un intento fallido de fuga. Gillian acaba formando un vínculo telepático con Robin. Sabiendo que sabe demasiado y que sus poderes están creciendo, Childress ordena que Gillian sea transportada a la sede del PSI, donde Robin está retenida. Hester escucha la conversación de Childress e informa a Peter, que planea un rescate, con la esperanza de que ella pueda llevarle hasta Robin.
El rescate tiene éxito, pero Hester muere en el proceso. Utilizando los poderes de Gillian, ella y Peter localizan a Robin en una remota mansión en el campo, donde Childress y su cuidadora Susan han pasado los últimos meses preparándolo y experimentando con él. Aunque las habilidades de Robin han crecido a niveles sin precedentes, poco a poco se vuelve cada vez más inestable por la tensión psicológica de las maquinaciones de sus superiores, culminando en un asesinato en masa dentro de Old Chicago, un parque de atracciones cubierto.
Mientras Peter y Gillian se infiltran en la mansión, Robin percibe su presencia. Creyendo que la PSI pretende matarlo y sustituirlo por otro psíquico, finalmente estalla, torturando y matando telequinéticamente a Susan. Peter se enfrenta a su hijo, pero Robin, ahora esquizoide, le ataca furiosamente. Robin sale despedido por la ventana y araña a Peter cuando éste intenta salvarle de la caída. Cuando Robin se precipita al suelo, un Peter angustiado se lanza tras su hijo, matándose así.
Robin tarda un poco antes de morir finalmente, y parece establecer algún tipo de contacto psíquico con Gillian; le transfiere sus refinados poderes, dando a entender que ella se salvará de Childress y vengará su muerte. A la mañana siguiente, Childress se acerca a Gillian y comienza a manipularla para que conecte con él. Comprendiendo sus intenciones a largo plazo, ella abraza sus habilidades psíquicas y venga las muertes de Robin y Peter haciendo que el cuerpo de Childress explote.