La Luftwaffe tiene dificultades para cuidar a sus prisioneros de guerra de la RAF, por lo que construye un nuevo campo con alta seguridad para poner "todos sus huevos podridos en una sola cesta", como dice el comandante alemán.

Desgraciadamente, esto reúne a los mejores artistas de la evasión y trabajan juntos construyendo tres túneles, urdiendo planes de fuga y falsificando documentos de forma ingeniosa, cada hombre con una tarea diferente dirigida por Roger Bartlett (Richard Attenbourgh) para sacar a 250 hombres del campo, el mayor intento de fuga de la historia.

Mientras tanto, el capitán estadounidense Hilts (Steve McQueen) intenta otros intentos de fuga que acaban repetidamente con él en aislamiento, y heroicamente encuentra información local para los demás y luego es atrapado deliberadamente. Encuentran uno de los túneles y se esfuerzan en uno de ellos.

La noche de la fuga descubren que el túnel está a 6 metros de la seguridad del bosque y poco a poco salen evitando los reflectores. Sin embargo, uno de los hombres se impacienta por la espera y sale mientras un alemán está mirando y es atrapado - 76 hombres ya han escapado.

Los fugados se dispersan de varias maneras y la mayoría son atrapados, incluidos Bartlett y Hilts, pero no antes de que este último haya tenido una larga persecución en moto. Los alemanes fusilan a 50 hombres, entre ellos Bartlet, y devuelven a otros tantos, entre ellos Hilts. El comandante del campo también es relevado de su cargo. Sólo tres logran escapar, los dos excavadores de túneles y el fabricante. Basada en una historia real.

Unos 70 escapan, pero 50 son capturados y fusilados, entre ellos Roger, Mac y Ashley. A 11 de ellos los traen de vuelta, incluyendo al Gorrón y a Steve McQueen, al que vuelven a meter en la nevera. El falsificador se queda ciego, escapa con el gorrón y luego muere. El único australiano y los dos excavadores de túneles se escapan, pero son los únicos que conocemos que lo hacen.