En 2008, Archer Monroe (Patrick Warburton), el patriarca de una rica y poderosa familia política de Nueva York, fallece repentinamente. Su patrimonio se divide entre su familia: Catherine (Connie Nielsen), su esposa; William (Chace Crawford), su hijo, un político que se presenta a la reelección; y Lauren (Lily Collins), su hija, una fiscal del distrito de Manhattan. El abogado de la familia, Harold Thewlis (Michael Beach), muestra en privado a Lauren el mensaje de vídeo póstumo que le dejó su padre. Él la dirige a un búnker subterráneo secreto en la propiedad de la familia. Allí encuentra a un hombre cautivo (Simon Pegg) que se identifica como Morgan Warner, quien dice que ha estado prisionero durante 30 años.

Morgan afirma que era amigo y socio de Archer hasta que una noche, mientras conducían borrachos, mataron a un peatón. Ante la insistencia de Archer, encubrieron el crimen antes de que Archer hiciera prisionero a Morgan para evitar que sacara a la luz el homicidio. En los años transcurridos, Archer trató a Morgan como un confesor y admitió muchos secretos. Como prueba, Morgan le indica a Lauren dónde está enterrado el cuerpo del peatón. Lauren también sigue las pistas de Morgan y encuentra a la antigua amante de Archer, con la que tuvo un hijo, así como pruebas de que Archer pagó sobornos para ayudar a sus hijos a ser elegidos para cargos públicos. Finalmente, Lauren se convence de que debe liberar a Morgan y, creyendo que ha sido perjudicado, ordena a Harold que abra una cuenta bancaria en un paraíso fiscal y flete un jet privado para que Morgan pueda desaparecer.

Mientras Morgan duerme, Lauren toma una muestra de sus huellas dactilares y las envía para su identificación. Las huellas coinciden y el expediente se envía a la casa de los Monroe. Catherine ve el expediente y se aterroriza con las fotos de Morgan, al que identifica como "Carson", afirmando que es un "hombre malvado". Lauren descubre que el vuelo de Morgan nunca salió y que Harold ha sido asesinado. Cuando Lauren regresa a la casa de los Monroe, Morgan ha secuestrado a Catherine y se la ha llevado al búnker. Carson somete a Lauren y le revela que hace treinta años drogó y violó a Catherine. Archer estaba llevando a Carson a un lugar para matarlo cuando chocaron con el peatón; además, Carson fue el responsable de la muerte de Archer, al utilizar el veneno que Archer pretendía usar con él. Lauren se defiende y, durante su lucha, Carson afirma que es el padre biológico de Lauren antes de que Catherine se apodere de su arma y lo mate de un disparo. Juntas, Lauren y Catherine vierten gasolina por todo el búnker y le prenden fuego, destruyendo toda evidencia del cautiverio de Carson.