Final de La historia oficial
(1985)
Final de La historia oficial (1985)
"Siempre hay dos versiones de la historia, la oficial y la real"
Título original: La historia oficial
Sinopsis
Buenos Aires, Argentina, 1983. En los últimos y turbulentos días de la dictadura militar, Alicia, profesora de historia en un instituto, comienza a hacer preguntas incómodas sobre los oscuros orígenes de Gaby, su hija adoptiva.
Luis Puenzo
Director
Atilio Stampone
Compositor
Félix Monti
Fotógrafo
Luis Puenzo
Productor
Reparto principal

Norma Aleandro

Héctor Alterio

Hugo Arana

Guillermo Battaglia

Chela Ruiz

Patricio Contreras
Como acaba La historia oficial
La película está ambientada en la Argentina de 1983, en el último año de la última dictadura militar del país, durante la cual una campaña de terrorismo de Estado produjo miles de asesinatos y torturas de acusados políticos de izquierda e inocentes por igual, que fueron enterrados en fosas sin nombre o se convirtieron en desaparecidos.
Alicia Maquet, profesora de historia en un instituto, y su marido, Roberto Ibáñez, funcionario del gobierno, viven en Buenos Aires con su hija adoptiva de 5 años, Gaby. Alicia, al igual que otros miembros de la clase alta argentina, no es consciente de la cantidad de asesinatos y sufrimientos que han tenido lugar en el país, y cree ingenuamente que sólo se detiene a los culpables.
Las opiniones de Alicia son cuestionadas por un compañero de clase, Benítez (Patricio Contreras), y por algunos de sus alumnos. Durante una discusión sobre la muerte del padre fundador de Argentina, Mariano Moreno, un alumno, Costa, argumenta que los libros de texto de historia emitidos por el gobierno están "escritos por asesinos".
Ana, amiga de Alicia desde hace mucho tiempo, regresa del exilio en Europa y explica por qué nunca le dijo a Alicia que se iba. Al principio, Ana se ríe cuando cuenta que su apartamento fue saqueado por los funcionarios, pero pronto empieza a sollozar cuando describe que la mantuvieron cautiva, la torturaron y la violaron por haber vivido con Pedro, a quien tacharon de subversivo, aunque no lo había visto en dos años. Dice que, mientras estaba cautiva, fue testigo de cómo las mujeres embarazadas salían a dar a luz pero volvían sin sus bebés, que cree que eran vendidos a parejas ricas.
Alicia se pregunta cada vez más sobre los orígenes de Gaby y hace preguntas sobre su nacimiento, un tema que su marido le ha dicho que ignore. Alicia pregunta por qué celebran el día en que la trajeron a casa y no el día en que nació, y si Roberto conoció realmente a la madre de Gaby. Roberto insiste en que fue una adopción normal.
Costa sigue provocando a sus compañeros, y un día Alicia llega y ve las crónicas de los desaparecidos pegadas en la pizarra. Cuando Alicia denuncia al alumno, Benítez interviene para protegerlo. Alicia se va haciendo amiga de Benítez a medida que su investigación la acerca a la verdad.
Mientras busca los registros de nacimiento de Gaby en el hospital, Alicia se entera de una organización que busca niños desaparecidos. Conoce a Sara, cuya hija embarazada fue secuestrada por las fuerzas armadas, y cree que Gaby puede ser su nieta. Sara tiene una foto de su hija a la edad de Gaby, con un aspecto idéntico al de ésta.
Roberto se enfrenta al estrés en el trabajo debido a las maquinaciones de sus compañeros, varios de los cuales desaparecen a lo largo de la película. Ana se enfrenta a él y le acusa de haberla denunciado y provocado su detención. También entra en fricción con su padre y su hermano, de ideas liberales, que no ven con buenos ojos sus vínculos con la élite militar conservadora que gobierna el país y defienden la justicia social.
Alicia lleva a Sara a su casa para que conozca a Roberto, pero éste se enfurece y exige que Sara se vaya. Cuando Alicia se da cuenta de que a él no le interesa saber la verdad sobre los padres de Gaby, informa a Roberto de que Gaby no está en casa y le pregunta cómo se siente al no saber dónde está su hija, lo que le lleva a agredirla en un ataque de ira. La violencia es interrumpida por una llamada telefónica de Gaby, que está en casa de sus abuelos. Le pide a Roberto que le deje cantar "En El País de Nomeacuerdo", una canción infantil, a su madre y, tras colgar, Alicia coge con lágrimas en los ojos su bolso y sale por la puerta, dejando las llaves.
La escena final muestra a Gaby sentada en una mecedora de mimbre, continuando con su canto.